
A Levín se lo responsabiliza de instigar a la imposición de tormentos, mientras que a los expolicías Enrique Víctor Cardozo, Víctor Almirón y Víctor Hugo Bocos se los acusa de ser laos autores materiales de dichos tormentos.
Los hechos se remontan a diciembre de 1976 y tuvieron por escenario la Comisaría 4ª de Policía de la ciudad de Salta, considerado un centro clandestino de detención. Según las constancias obrantes en el sumario judicial, por allí pasaron 15 trabajadores de la empresa, que fueron secuestrados y torturados, algunos de ellos en momentos en que el empresario ahora acusado se hallaba presente en la Comisaría.
De acuerdo con el auto de procesamiento dictado en su día por el juez instructor, las torturas tuvieron por finalidad «arrancar la confesión de los acusados» en un procedimiento penal iniciado a instancias de Levín, en el que se investigaba una supuesta defraudación a la empresa La Veloz del Norte por parte de un grupo de empleados.
El mismo juez consideró en su momento fehacientemente acreditado que el acusado Víctor Hugo Bocos cumplía funciones en la Policía de la Provincia de Salta, pero a la vez también trabajaba para la firma La Veloz del Norte, en donde según algunos testigos, oficiaba de guardaespaldas del propietario de la empresa. El instructor presumió en su día que el empresario utilizó a su empleado policía como nexo reprimir a otros trabajadores de la empresa.