
La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos consistentes en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que nada tienen que ver con decisiones médicas. Está reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.
Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas. Esta práctica viola sus derechos a la salud sexual y reproductiva, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.
Esta práctica se concentra en 30 países de África y de Oriente Medio y Asia meridional (de los países sobre los que se dispone de datos), sin embargo se trata de un problema universal y es una práctica común en algunos países asiáticos como la India, Indonesia, Iraq y Paquistán, así como entre algunas comunidades indígenas de Latinoamérica, como la de Emberá en Colombia. Asimismo, persiste en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América, Australia y Nueva Zelanda.
Acabar con la mutilación genital femenina para 2030
La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y que internacionalmente es reconocida como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y las niñas.Puede causar complicaciones de salud a corto y largo plazo, incluido dolor crónico, infecciones, sangrados, mayor riesgo de transmisión del VIH, ansiedad y depresión, complicaciones durante el parto, infecundidad y, en el peor de los casos, la muerte.
Esta práctica se concentra en cerca de 30 países de África y de Oriente Medio y Asia meridional, así como algunos países asiáticos (India, Indonesia, Iraq y Paquistán) y algunas pequeñas comunidades de Latinoamérica. Asimismo, persiste en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América, Australia y Nueva Zelanda.
Para promover su erradicación es necesario realizar esfuerzos coordinados y sistemáticos en los que participen las comunidades en torno a la concienciación sobre los derechos humanos, la igualdad de género, la educación sexual y la atención a las víctimas de la ablación.
Desatar el poder de los jóvenes en 2020
Con esta filosofía en 2012 la Asamblea General de la ONU designó el 6 de febrero como el Día Internacional de Tolerancia Cero para la Mutilación Genital Femenina, una jornada de concienciación para ampliar y dirigir los esfuerzos para la eliminación de esta práctica.Poner fin a la mutilación genital femenina en una década requerirá el apoyo de todos. Con un crecimiento significativo de la población, especialmente entre los jóvenes, la inversión en este sector juvenil se vuelve indispensable. Es por eso que este Día Internacional se centrará en movilizar a la juventud en torno a la eliminación de prácticas nocivas, incluida la mutilación genital femenina. Nuestro tema: “Poder juvenil desatado: una década de acciones aceleradas para cero genitales femeninos".
Datos destacables
- Se calcula que hay al menos 200 millones de niñas y mujeres mutiladas en todo el mundo.- La mutilación genital femenina está disminuyendo en muchos países. Pero si se mantiene en los niveles actuales, el rápido crecimiento de la población en los países donde se da esta práctica, aumentará significativamente el número de niñas que sufren la mutilación.
- Se calcula que unos 68 millones de niñas serán sometidas a la mutilación genital femenina de aquí a 2030.
- Los países con la prevalencia más alta entre niñas y mujeres de 15 a 49 años son Somalia (98%), Guinea (97%), Djibouti (93%) y Egipto (87%).
- La mutilación genital femenina se practica en niñas en algún momento de sus vidas entre la infancia y los 15 años.
- Las niñas que han sido sometidas a la mutilación genital femenina se enfrentan a complicaciones a corto plazo como dolor agudo, estados traumáticos, hemorragias graves, infecciones y dificultad para orinar, así como consecuencias a largo plazo para su salud sexual y reproductiva y para su salud mental.
- La mutilación genital femenina está arraigada en las desigualdades de género y los desequilibrios de poder entre hombres y mujeres. Se sostiene limitando las oportunidades para que las niñas y las mujeres ejerzan sus derechos y su pleno potencial en materia de salud, educación e ingresos.
- Esta práctica viola los derechos humanos de las mujeres y las niñas, infringiendo los principios, normas y estándares establecidos, incluida la no discriminación por razón de sexo; los derechos a la salud, a la integridad física y a la vida; el derecho a no ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; y los derechos del niño y la niña.
- El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 5, Igualdad de género, incluye entre sus metas "Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina" (meta 5.3).
- Eliminar la mutilación genital femenina es un paso crucial hacia la realización de otros Ojetivos, que se centran en la buena salud y el bienestar, la maternidad sin riesgo, la educación de calidad, las sociedades inclusivas y el crecimiento económico.
- Varias organizaciones intergubernamentales —entre otras, la Unión Africana, la Unión Europea y la Organización de Cooperación Islámica— y tres resoluciones de la Asamblea General de la ONU han pedido la eliminación de la mutilación genital femenina.
Cómo luchamos desde las Naciones Unidas
Aunque la práctica se ha mantenido por más de mil años, hay motivos para pensar que se puede acabar con la mutilación genital femenina en una sola generación. Es por ello que las Naciones Unidas luchan por su erradicación plena para 2030, siguiendo el espíritu del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5.Para ello cuenta desde 2008 con el mayor programa mundial para acelerar la eliminación de la MGF dirigido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas y UNICEF. Ese programa se centra en la actualidad en 17 países africanos principalmente. A día de hoy esta colaboración ha conllevado importantes logros. Por ejemplo, se ha prestado atención a más de 3 millones de niñas y mujeres y se ha conseguido que 13 países establezcan un marco legal para la prohibición de esta práctica y han dedicado dentro de sus prespuestos partidas para financiar programas que ayuden a su erradicación.
El FPNU contribuye además a fortalecer los servicios de salud para que eviten la mutilación genital y traten las complicaciones que causa. También trabaja con organizaciones de la sociedad civil que promueven programas educativos, al tiempo que coopera con líderes religiosos para desvincularla de la religión, y colabora con los medios de comunicación para fomentar el diálogo.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en http://www.un.org/es/events/femalegenitalmutilationday/