Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio y para la Prevención de ese Crimen

En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 9 de diciembre como el Día Internacional para la Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio y para la Prevención de ese Crimen. El 9 de diciembre es el aniversario de la adopción de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (la «Convención contra el Genocidio») aprobada en 1948.

El objetivo de la jornada es crear conciencia sobre la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio y su papel en la lucha y prevención del crimen de genocidio, según se define en la Convención, y para conmemorar y honrar a sus víctimas.

Al adoptar la resolución, sin someterlo a votación, la Asamblea de 193 miembros, reiteró la responsabilidad de cada Estado de proteger a su población del genocidio, lo que implica la prevención de ese delito, incluida la incitación al mismo.

En la Convención contra el Genocidio (articulo 2) se entiende como genocidio "cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso..." incluyendo:

- Matanza de miembros del grupo;

- Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;

- Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;

- Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;

- Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.

La Convención confirma que el genocidio, ya sea cometido en tiempo de paz o en tiempo de guerra, es un delito de derecho internacional que ellas se comprometen a prevenir y a sancionar. La responsabilidad principal de prevenir y detener el genocidio recae en el Estado.

Prevención del Genocidio

Para prevenir el genocidio y los conflictos genocidas, es de importancia crucial entender sus causas fundamentales. Los conflictos pueden tener muchas causas, pero los conflictos genocidas responden a factores relacionados con la identidad. El genocidio y las atrocidades conexas tienden a ocurrir en sociedades con diversos grupos nacionales, raciales, étnicos o religiosos que están inmersos en conflictos de base identitaria. Lo que genera el conflicto no son las propias diferencias de identidad, reales o percibidas, sino sus consecuencias en cuanto al acceso al poder y a la riqueza, a los servicios y recursos, al empleo, a las oportunidades de desarrollo, a la ciudadanía y al disfrute de los derechos y libertades fundamentales. Esos conflictos son fomentados por la discriminación, los discursos de incitación al odio que promueven la violencia, y otras violaciones de los derechos humanos.

Para los fines de la prevención, lo fundamental es determinar los factores (prácticas discriminatorias) que en cada situación concreta generan o propician desigualdades importantes en la administración de una población diversa, y buscar formas de reducir y, si es posible, erradicar esas causas potenciales de violencia genocida. Puesto que no hay ningún país que sea perfectamente homogéneo, el genocidio constituye una amenaza de alcance realmente mundial.

La responsabilidad de proteger

En la Cumbre Mundial 2005, los Jefes de Estado y de Gobierno afirmaron unánimemente que «Cada Estado es responsable de proteger a su población del genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa humanidad». Convinieron en que, según procediera, la comunidad internacional debería ayudar a los Estados a ejercer esa responsabilidad y a crear capacidad de protección antes de que estallaran las crisis y los conflictos. Los Jefes de Estado y de Gobierno confirmaron no obstante que «cuando fuera evidente» que un Estado no protegía a su población de los cuatro crímenes mencionados, la comunidad internacional estaría dispuesta a adoptar medidas colectivas, por conducto del Consejo de Seguridad y de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas. La intervención sólo ocurre cuando falla la prevención. Por lo tanto, la prevención es la base del principio de la responsabilidad de proteger.

Los tres pilares de la responsabilidad de proteger, estan estipulados en el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005 (A/RES/60/1, párrs. 138 a 140) y formulados en el informe del Secretario General de 2009 titulado «Hacer efectiva la responsabilidad de proteger». El compromiso político adquirido por los Estados miembros en 2005 está profundamente arraigado en el derecho internacional, incluyendo la Convención sobre el Genocidio.

Asesores Especiales para la Prevención del Genocidio y para la Responsabilidad de Proteger Los Asesores Especiales del Secretario General de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio y para la Responsabilidad de Proteger, trabajan juntos para impulsar esfuerzos nacionales e internacionales de protección de las poblaciones frente al genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa humanidad, así como la incitación a su comisión.

Una de sus principales tareas es la de recopilar información sobre las situaciones en las que pudiera existir riesgo de genocidio, crímenes de guerra, depuración étnica o crímenes de lesa humanidad con base en los factores de riesgo descritos en el Marco de Análisis para Crímenes Atroces. Debido a la naturaleza sensible de su mandato, gran parte de la labor de la Oficina se mantiene fuera de la vista del público. Sin embargo, en situaciones específicas, cuando los asesores especiales consideran que haciendo públicas sus preocupaciones se reduciría el riesgo de crímenes atroces, ellos lo hacen emitiendo declaraciones públicas e informando al Consejo de Seguridad si lo solicita.

Mensaje del Secretario General

Hoy celebramos por primera vez el Día Internacional para la Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio y para la Prevención de ese Crimen. Esta celebración además coincide con el aniversario de la aprobación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948.

Este es un momento idóneo para ratificar nuestro compromiso de prevenir este grave crimen internacional, honrar la memoria de las víctimas y reafirmar el derecho a interponer recursos y obtener reparaciones, como se reconoce en el derecho internacional.

La prevención del genocidio supone prestar más atención a las señales de advertencia y estar dispuestos a adoptar medidas inmediatas para poner remedio. Este es el espíritu que subyace en mi iniciativa denominada «Los derechos humanos primero».

En definitiva, el genocidio no es algo que simplemente ocurre, sino que se desarrolla a lo largo del tiempo. No es un «resultado» accidental más de los conflictos, puesto que en la mayoría de los casos es un fenómeno sistemático y planificado, que tiene unos objetivos precisos y también puede darse fuera de las situaciones de conflicto.

Hoy en día en todo el mundo están aumentando la intolerancia y la xenofobia. A menudo se explota la peligrosa dinámica basada en la idea de que pertenecemos a bandos enfrentados para justificar que se excluya a comunidades por el hecho de tener diferentes formas de identidad como la religión, la etnia u otros aspectos, se niegue la asistencia, se restrinjan los derechos humanos y se perpetren actos de violencia atroces.

La prevención del genocidio es una obligación específica impuesta por el derecho internacional. La Corte Internacional de Justicia y otros órganos judiciales han sido muy claros a este respecto. Los gobiernos deben cumplir este imperativo invirtiendo en prevención y adoptando medidas preventivas. En este día internacional que hoy celebramos por primera vez, reconozcamos la necesidad de trabajar juntos de manera más concertada para proteger a las personas de violaciones graves de los derechos humanos y defender la humanidad que todos compartimos.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en http://www.un.org/es/events/genocidepreventionday/