
Entre las medidas positivas anunciadas anoche por funcionarios de la Municipalidad de Salta en la Unión Sirio Libanesa se cuenta la posibilidad de que los poderes públicos salteños faciliten a los refugiados que deseen instalarse en Salta los medios para su traslado desde Buenos Aires a Salta, o de Salta al interior provincial.
El anuncio dice, de forma escueta, que «se facilitará el traslado», pero en ningún caso se dice de qué manera. Es decir, no se sabe si el gobierno se hará cargo de costear los pasajes o si se limitará a prestar algún otro tipo de ayuda gratuita para el traslado, como la orientación para el viaje o la recepción en destino. En cualquier caso, la comunicación oficial parece dejar supeditada la facilitación del traslado a los casos «en que fueran necesarios».
El segundo punto positivo es el ofrecimiento de enseñanza gratuita del idioma español, algo que las Municipalidad y las entidades que con ella colaboran en este asunto consideran «fundamental para su superación».
Un programa limitado y dudosamente 'humanitario'
Según lo previsto en las normas que organizan el Programa Especial de Visado Humanitario para Extranjeros Afectados por el Conflicto de la República Árabe Siria, la República Argentina no acogerá a cualquier refugiado o desplazado sino solamente a aquellos que tengan vínculo de parentesco o afectividad con el «llamante» (residente en territorio nacional), lo cual reduce prácticamente a cero la posibilidad de que en la Argentina se produzca una llegada masiva de refugiados.La limitación de la acogida a estas personas pone en seria duda el carácter auténticamente humanitario de las excepciones establecidas por el gobierno nacional al régimen general ordinario de admisión de extranjeros.
De acuerdo con el Programa Siria, será el llamante quien deba acreditar los vínculos de parentesco o afectividad. En el caso de estos últimos, es condición necesaria y requisito excluyente que la persona acogida y el llamante se conozcan de antemano y puedan acreditarlo. En cualquier caso, la autoridad migratoria argentina se reserva el derecho de juzgar en única instancia (es decir, sin derecho a ulterior recurso) si tal lazo de afectividad existe o no.
Antecedentes penales
Entre los requisitos irrazonables del programa nacional se cuenta la exigencia de un certificado de antecedentes penales del país de origen o de residencia habitual del refugiado, un requisito que se suma al de la presentación de una declaración jurada de carencia de antecedentes penales, ya que ambas exigencias son acumulativas, según la información oficial de la autoridad migratoria argentina.El caso es que la inmensa mayoría de los refugiados y desplazados que han huído de ciudades destruidas no podrán obtener dicho certificado de las autoridades sirias, bien sea porque están impedidos de regresar a los lugares en donde se les puede facilitar dicho certificado, bien porque carecen de documentación.
Trabajo y vivienda
En el caso de Salta, si bien los esfuerzos de la Municipalidad, de la iglesia ortodoxa y de la Unión Sirio Libanesa son dignos de reseñar, la mayoría de las medidas anunciadas no pasa de ser una declaración de buenas intenciones con escaso impacto en el bienestar de los refugiados.En materia laboral, la Municipalidad ha prometido abrir la «posibilidad» a los sirios de ingresar al «círculo de capacitación y empleo» que se desarrolla a través de la Oficina de Empleo y programas referidos. Es decir, nada que asegure una inserción inmediata del refugiado en el mercado de trabajo local o le proporcione una renta de inserción.
Lo mismo sucede en el caso de la vivienda. El anuncio municipal da a entender que los refugiados deberán vivir con el llamante o en una vivienda facilitada por éste. Hasta ahora, ni el gobierno provincial, ni la Municipalidad ni el Instituto Provincial de la Vivienda han insinuado la más mínima posibilidad de habilitar, aunque sea con carácter temporal, viviendas públicas para acoger a los recién llegados.