
A diferencia del gobierno de Donald Trump, que está cerrado sin fecha de reapertura por falta de dinero, el gobierno de Salta está paralizado de hecho por la ausencia programada y consentida del Gobernador de la Provincia y la alarmante falta de actividad de los funcionarios que no disfrutan de vacaciones.
Para intentar compensar el hueco dejado por el abandono masivo de las responsabilidades públicas, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, que dirige la muy variable Analía Berruezo, ha decidido salir a la palestra con «actividades recreativas, deportivas, culturales y artísticas», de las más variopintas.
Incluso ha previsto el gobierno un «lanzamiento» de todas ellas, lo que se llevará a efecto a las 11 de esta mañana en el colegio polimodal N° 5159, ubicado la avenida Hipódromo de San Isidro 750 de la ciudad de Salta.
Dice el gobierno que se encuentran habilitados «59 playones educativos» en diferentes barrios, sin explicar en qué consisten estos lugares y en qué se diferencian de una escuela común.
Para que la juventud salteña emplee su tiempo de vacaciones en actividades edificantes y abandone la tentación del tetra-brik, el ministerio de Berruezo ha dispuesto también que los jóvenes puedan visitar museos, realizar viajes (en los colectivos de Saeta, probablemente) y paseos en el teleférico, que siempre son tan educativos, en la medida en que sirven para poner en contacto a nuestros futuros adultos con las llamadas «municiones geológicas».
En la parte más presentable de la noticia se hace saber al respetable que en 16 escuelas de la provincia habrá «educadores comunitarios» (tampoco se sabe bien qué es eso) dedicados en cuerpo y espíritu al «acompañamiento escolar» de estudiantes secundarios en materias como física, química, matemáticas, lengua, inglés y la siempre difícil de superar educación física. Eso sí; las clases son gratuitas y se imparten los días lunes, miércoles y viernes, de 9 a 12 horas.
Sin embargo, no contentos con el «acompañamiento escolar comunitario», el ministerio encargado de educar a nuestros niños ha abierto, no ya 16 sino 50 escuelas, para las siguientes actividades: plástica, inglés, música, deportes, tejido, cerámica, artes marciales, marroquinería, luthería, teatro, danzas árabes, folklore, ritmos latinos, cocina, computación y ajedrez.
No se saben si estos cursos serán o no gratuitos. Lo cierto es que los profesores que los impartan van a cobrar seguro, pues, aunque no parezca, el gobierno tiene un «padrón» de especialistas en danzas árabes, artes marciales y ritmos latinos.
En estas mismas 50 escuelas habrá también apoyo escolar. Pero no serán ya «educadores comunitarios» (que se reservan para el secundario) sino «maestras socioeducativas» (no hay definición para esta categoría), que se encargarán de los niños del nivel primario, para que «puedan mejorar sus trayectorias escolares [sic] durante el próximo ciclo lectivo».
Es decir, que si juntamos «educadores comunitarios», «playones educativos», «acompañamiento escolar», «maestras socioeducativas», «trayectorias escolares» y «municiones geológicas», nuestro verano será la mar de provechoso para nuestra niñez ociosa, sin contar con que el gobierno tendrá algo para hacer (y decir que hace) en estos días tan pesados.