Cargnello emite un 'juicio positivo' sobre la repatriación de los restos de Gorriti

Después del exvicepresidente Julio Cobos y su famoso «voto no-positivo», quien ha tomado por asalto las primeras planas de los diarios del mundo con sus influyentes e inapelables juicios de valor es el Arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello.

A solo tres días de la enfática declaración pública del Vicariato de Roma en la que se afirma que fue el juicio positivo de Cargnello sobre el sacerdote Alessandro De Rossi el que dió el empujón decisivo para que el cura -arrestado en Roma por presunta pederastia- fuese designado párroco de la iglesia de San Luigi Gonzaga en la capital italiana, el Arzobispo catamarqueño afincado en Salta ha vuelto a dictar sentencia.

Esta vez los thumbs up han ido para otro sacerdote, algo más patriótico y menos sospechoso que el italiano. Se trata del salteño Juan Ignacio Gorriti, canónigo nativo de Horcones, Departamento de Rosario de la Frontera, cuyos restos mortales descansan desde 1842 en la ciudad boliviana de Sucre, junto a los de su hermano, el general patriota José Ignacio Gorriti, nativo de la vecina ciudad de Jujuy.

Cargnello ha apoyado de forma explícita la iniciativa de los concejales rosarinos Carlos Maita y Sebastián Iglesias, quienes junto al párroco de la ciudad termal, abogan por repatriar los restos de los hermanos Gorriti.

Calaveras para el desarrollo

Según el diario El Tribuno de Salta, el Arzobispo calificó la iniciativa de traslado de los restos como un «emprendimiento» y añadió que iniciativas similares a la repatriación de los cadáveres «son los pilares sobre los que se sustentará el desarrollo de la zona».

Si llegara a concretarse el regreso de los huesos de los Gorriti, Cargnello ve a Rosario de la Frontera convertida en «un polo de desarrollo cultural y turístico del sur de la Provincia». El Arzobispo no ha dicho sin embargo que hubiera ninguna razón «religiosa» que justificara el viaje de los huesos a Salta.

Es posible que en los despachos del Arzobispado esté cobrando forma ahora mismo un «emprendimiento» para trasladar el Panteón de las Glorias del Norte a la iglesia parroquial de Rosario de la Frontera, para terminar de colocar a esta ciudad en la cima del mundo funerario.