
El festejo no mercería un comentario más extenso, de no ser por la circunstancia de que la comunicación oficial del gobierno sostiene que «la ocasión será propicia para el reencuentro entre colegas y también con funcionarios del Gobierno provincial».
No se sabe muy bien quiénes y en qué condiciones serán que se «reencontrarán», y por qué motivo estaban «desencontrados».
Lo que sí es digno de destacar es que en la comunicación del gobierno se emplea sin mayor cuidado la palabra «colegas» para referirse a los trabajadores de prensa, cuando es bastante sabido que quienes ejercen con libertad la profesión de informadores públicos, rechazan cualquier parecido o afinidad con aquellos que se dedican a ejercer la propaganda gubernamental, con un sueldo que pagan todos los contribuyentes, y se empeñan en llamarse a sí mismos «periodistas».
Probablemente, el «reencuentro» al que se refiera el gobierno, sea entre quienes optaron por ser decentes y trabajar por hacer brillar la verdad y quienes, por comodidad, por desidia o por simple venalidad, se encargan de maquillar las acciones de gobierno y de tapar sus escándalos.
Al fin y al cabo, unos y otros pudieron alguna vez haber coincidido en algún cursillo. Lo cual, no autoriza ni a los unos ni a los otros a llamarse con el solidario apelativo de «colegas».
Por cierto, los choripanes gubernamentales estarán calientes a partir de las 20 horas, cuando la columna de humo de la parrilla se pueda ver desde los primeros faldeos de la Loma. A esa hora, un grupo bastante numerosos de colegas podrá alzar sus copas para agradecer a la Pachamama por los dones recibidos y brindar a la salud de la «pauta que los parió».