
Lo que no es tan conocido es que -a diferencia de lo que sucedía en Hollywood, en donde los equinos son sumamente obedientes- los caballos metanenses gustan también de campar por sus anchas, sin un gaucho a su grupa; es decir, en plena libertad y en estado semisalvaje.
Tal vez los caballos de Metán están siendo víctimas de la insidiosa y 'fogonera' prédica del Partido Obrero de Salta y han resuelto declararse en huelga (con todo pago) y es por eso que se han lanzado a las rutas y caminos, cual docente despistado por el peaje de Aunor.
Por aquello de "Animales sueltos, avise a la Policía", las comisarías de Metán se han lanzado a la caza de estos equinos, ya que su presencia en la vía pública, plazas o rutas, se encuentra contemplada como contravención en el artículo 66 de la ley provincial 7135, siempre que esta presencia genere peligro, dice el texto legal.
En la redada han caído 38 musculosos caballos de tierra adentro, 27 de los cuales han sido devueltos a sus propietarios junto con una cédula en la que se les comunica la incoación de un procedimiento sancionador contravencional.
Los otros 11 caballos fueron trasladados a la ciudad de Salta, ya que sus dueños no han podido ser localizados pese a las «ingentes» (sic) averiguaciones realizadas en la zona.
Tal vez, como en ocasiones anteriores, los caballos metanenses sin dueño sean sometidos imperativamente al servicio militar, no redimible por número bajo. O quizá terminen sus días como esos sábalos o esas faldas de costilla decomisadas que luego dicen que fueron «desnaturalizados por procedimientos químicos», pero que en realidad terminan bajo los efectos de los jugos gástricos del personal de la repartición.
Lo cual, por cierto, no deja de ser un procedimiento químico.