
La proteica estructura partidaria que preside Andrés Zottos y que cada vez tiene menos peso como partido, funciona a espasmos. Se enciende y se apaga según las necesidades de la coyuntura y no oculta que su dedicación a la política es algo ocasional, pasajero, dictado por las circunstancias.
Así se desprende, al menos, de la última comunicación oficial del PRS en la que anuncia «el comienzo del análisis de su estrategia política para 2015».
¿No se supone acaso que un partido político que bien se precie debe analizar permanentemente su estrategia política, sin importar si las elecciones están más cerca o más lejos?
En el PRS, según parece, las cosas funcionan de forma diferente, pues el partido y sus dirigentes se ponen en marcha solo cuando Zottos le da a la llave de la luz y dice: "Ahora empezamos a pensar en la política".
A imagen y semejanza del Tren a las Nubes, que tiene un calendario invernal fijo, que a veces se cumple y a veces no, que desaparece en verano y que cada tanto descarrila en algún túnel dejando un tendal de gente desencantada, el PRS anuncia que el sábado día 9 de agosto saldrá nuevamente el expreso hacia el viaducto de La Polvorilla; es decir, hacia un nuevo descarrilamiento en medio de la nada.
Pero el tren renovador no partirá esta vez de la estación de la calle Rivadavia de la ciudad de Salta, sino de la sede de la Unión Sirio Libanesa de Rosario de la Frontera, sita en la calle 25 de Mayo 431 de la ciudad termal.
Allí, rodeado de sus paisanos de Oriente Próximo (algunos de ellos expertos jugadores de loba), tiene previsto Zottos departir con intendentes (todos rendidos a la chequera de Urtubey), legisladores, dirigentes y afiliados del Partido Renovador de Salta en el sur de la Provincia.
La idea es -según la comunicación oficial del PRS- «elaborar la estrategia política para 2015».