Que la senadora salteña María Cristina del Valle Fiore Viñuales ha entrado con buen pie en el Senado de la Nación no es ninguna noticia. Todos, quien más, quien menos, conocen de sus méritos políticos y personales, acrisolados pacientemente después de múltiples y exitosos saltos por diferentes partidos políticos. Pero hay algunos hechos que parecen poner en duda la premisa mayor.
El más llamativo de ellos es, si acaso, que la Presidencia del Senado, a cargo del nunca bien ponderado Amado Boudou, erró por dos veces la escritura del ilustre nombre de la senadora salteña en un documento oficial.
Sucedió en la redacción del Decreto Presidencial 0210/14, en cuyo texto la legisladora es mencionada como "Cristina Fiore Viñuelas".
Entre «Viñuelas» y «Viñuales» hay una engañosa proximidad fonética, pero también una apreciable distancia, geográfica y sociológica, que no debería resultarle indiferente a nuestra joven legisladora. La misma distancia que separa a Guadalajara y Castilla La Mancha de Aragón y Cataluña. ¡Y miren que ancha es Castilla!
Pero ya que hablamos de equivocaciones y rectificaciones, por qué no mencionar que la senadora 'Viñuelas' (le echemos la culpa a ella y no a 'Viñuales') pidió al presidente del Senado que modificara el decreto presidencial DP-49/14, por el cual la senadora designó para prestar servicios en su despacho, al joven Javier Urtubey de Estrada, de solo 26 años de edad.
El caso es que según el citado DP 49/14, don Javier fue designado al servicio de la senadora (aunque con cargo a los presupuestos del Estado), a partir del día 23 de enero de 2014.
Posteriormente, y por razones que la senadora 'Viñuelas' conoce (y que 'Viñuales' probablemente ignora), se solicitó al presidente Boudou que aquellos servicios, que comenzaron -según el DP 49/14 el 23 de enero de 2014- se dieran formalmente por comenzados 45 días antes: el 10 de diciembre de 2013.
Por supuesto, el Decreto Presidencial 0210/14 que accede a practicar esta impostergable y justísima rectificación, fue notificado inmediatamente a la Dirección General de Administración de la Cámara, para que se proceda de inmediato a la reliquidación del sueldo del novel empleado legislativo; es decir, para que el agraciado comience a cobrar sus emolumentos desde el mismo día en que Viñuelas (o Viñuales) comenzó oficialmente su mandato como senadora.
El gesto habla por sí solo de la generosidad inclusiva de la legisladora, pues si uno se fija en el DP 0016/14, comprobará que su colega de asiento, el senador Rodolfo José Urtubey (tío carnal del joven Javier), designó para las mismas funciones al señor papá de la senadora: don Rodolfo Antonio Fiore, M. I. Nº 08171282, a partir del 1 de enero de 2014.
No consta en la documentación oficial que ni Fiore ni Urtubey hayan pedido, en este caso, que el sueldo de don Rodolfo Antonio se retrotraiga a la fecha del comienzo de los mandatos. Lo cual -para qué nos vamos a engañar- es un clarísimo indicador de transparencia y recato republicanos.
