
Este viernes, día 29 de septiembre de 2017, entra en vigor en todo el territorio nacional la ley 27275 de acceso a la información pública, que obliga a los tres poderes del Estado a informar sobre sus acciones.
Esta entrada en vigor -dice la agencia Télam- se produce en sintonía con la apertura largamente reclamada por organizaciones civiles que piden mayor transparencia en los asuntos públicos.
Aprobada hace un año atrás por amplia mayoría en el Congreso Nacional -luego de años de intentos parlamentarios fallidos- la nueva ley constituye un avance en materia de transparencia estatal, porque se apoya en el derecho de toda persona a conocer la manera en que sus gobernantes, representantes y funcionarios cumplen sus funciones y el destino que se otorga al dinero público.
En concreto, cualquier ciudadano podrá solicitar información al Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial, y deberá tener una respuesta adecuada en un plazo no mayor a 15 días, prorrogables por otros 15.
En caso de que silencio, el solicitante podrá reclamar por vía administrativa o judicial.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Estado tiene el deber de asegurar la transparencia de su gestión y no sólo debe responder ante pedidos de información por parte de los ciudadanos, sino también difundir activamente los datos relevantes.
"El principio de máxima divulgación ordena diseñar un régimen jurídico en el cual la transparencia y el derecho de acceso a la información sean la regla general sometida a estrictas y limitadas excepciones", sostiene la CIDH.
En la misma línea, la Asamblea General de la OEA se ha pronunciado en reiteradas oportunidades desde 2003 a favor de la apertura y transparencia de los Estados, le dio mandato a la Relatoría Especial para hacer un seguimiento en la región e instó a los países miembros a adoptar las recomendaciones de ese órgano.