
El Presidente de la Nación, Mauricio Macri, reinauguró ayer el Museo de la Casa Rosada, el mismo día en que se cumplieron 50 años del golpe de estado que derrocó al presidente Arturo Umberto Illia, electo por el voto popular en 1963.
El Jefe del Estado rindió homenaje al presidente depuesto, fallecido en enero de 1983, once meses antes de que la Argentina recuperara la democracia a través de elecciones libres, después de una dictadura militar que duró más de siete años.
Ante un auditorio integrado, entre otros, por dos de los hijos de Illia, Macri dijo del presidente depuesto que «demostró que se podía gobernar con honestidad, transparencia, decencia y patriotismo». Al mismo tiempo hizo votos para «que el espíritu de don Arturo nos impulse a todos a construir esa Argentina que soñamos».
Durante el acto, el Presidente de la Nación condecoró a los integrantes del cuerpo de Granaderos a Caballo que defendieron a Illia la noche del golpe de Estado y a los que el depuesto presidente rogó que no utilizaran sus armas para evitar el inútil derramamiento de sangre. Recibió esta primera distinción, consistente en la Orden al Mérito Militar en el grado Gran Cruz, quien el 28 de junio de 1966 fuera teniente granadero, señor Aliberto Rodrigáñez Ricchieri.
Posteriormente, Macri honró la memoria de los generales Carlos Augusto Caro y Eduardo Castro Sánchez, comandante del II Cuerpo de Ejército y Secretario de Guerra, respectivamente. Familiares de ambos militares, ya fallecidos, recibieron de manos del Presidente la Cruz Púrpura.
El general Caro fue el único militar de alta graduación con mando de tropa que no vaciló en defender a su comandante en jefe, ante la amenaza sediciosa. Su firmeza le valió la destitución de su mando militar, su arresto y la abrupta interrupción de su carrera.
De ambos militares el presidente Macri destacó que tuvieron coraje y no les importó sacrificar sus carreras «porque creían en los valores que hoy estamos reivindicando».
Sobre el Museo de la Casa Rosada
Tras la inauguración oficial, el museo reabrirá sus puertas al público a partir de hoy, con un rediseño en su exposición narrativa.Su contenido privilegia la diversidad, la ecuanimidad y la imparcialidad política, según aclaran desde el gobierno.
El Presidente de la Nación anunció que el museo acogerá los recuerdos «de todos nuestros presidentes». Y que el visitante podrá encontrar «relatos o partes de lo que fue nuestra rica historia».
El trabajo fue realizado por un equipo de profesionales que -según el gobierno- desarrolló su tarea con estrictos criterios de rigor museológico. Se exhibirán objetos históricos que incluyen piezas evocativas de los sucesivos gobiernos argentinos y, especialmente, aquellas pertenecientes a los Presidentes de la Nación desde el siglo XIX.
El Museo funciona como anexo de la Casa Rosada y está emplazado sobre lo que fueron los restos de dos edificios históricos, la antigua Aduana Taylor y el Fuerte de Buenos Aires del siglo XVIII.