
Durante su intervención, la última que hará como mandataria en el debate general de la Asamblea, Cristina Fernández destacó la importancia de dicho documento.
“Significa no una ayuda a Argentina, que está depositando el cien por cien de lo adeudado a sus acreedores, es una ayuda para el resto del mundo. Es un intento, el primer intento serio de poner razonabilidad y regulación a un sector como es el sector financiero y de los derivados, que a partir de la transformación de bancos comerciales en bancos de inversión no ha tenido ningún tipo de intervención ni de contralor”, señaló.
En su discurso, Fernández también reflexionó sobre la desigualdad recordando que el 1% de la población concentra el 50% de la riqueza. ¿Cuánto tiempo puede sostenerse una sociedad con este grado de inequidad en la distribución de la riqueza?, preguntó.
La presidenta argentina aseveró que frente al escenario de recesión mundial que no acaba de superarse hace falta inyectar recursos a la economía real para crear empleos y reactivar la producción.
Por otra parte, Fernández solicitó a Estados Unidos su colaboración para encontrar a un ex funcionario de los Servicios de Inteligencia argentinos que hoy se encuentra en territorio estadounidense.
Explicó que el que fuera director de operaciones de esa dependencia del gobierno está citado a atestiguar en Argentina en el caso AMIA, el atentado de 1994 contra la mutual judía.
Asimismo, la mandataria agregó que al investigar la muerte del fiscal Alberto Nisman han aparecido datos relevantes que implican a servicios secretos externos y a los fondos buitres y subrayó que estas revelaciones hacen imprescindible encontrar al ex funcionario para que rinda testimonio.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en http://www.un.org/spanish/News/story.asp?newsID=33441#.Vgo_4-ztmko