
La festividad estuvo presidida por el Intendente de Salta, Miguel Isa, quien vestido con impecable camisa blanca -como recién salida de un aviso publicitario de detergentes para lavarropas de tambor horizontal- despachó con los vecinos y vecinas en una improvisada oficina a cielo abierto, en un clima distentido, alegre y cordial.
Además del cúmulo de servicios itinerantes ofrecidos por la Municipalidad (que incluye kits odontológicos, comidas regionales, árboles autóctonos y turnos de zoonosis), el Intendente atiende una especie de consultorio personal, al que acuden entusiasmadas las vecinas que buscan no solo el contacto visual con el líder de su ciudad sino también su siempre atinado consejo espiritual.
Según documenta la fotografía -publicada en la web oficial de la Municipalidad- la compenetración entre el Intendente y sus vecinos es tan elevada y tan intensa es la confianza de estos en aquél, que algunas vecinas -quizá atraídas por el misterioso magnetismo de ese tapete negro que cubre la mesa- le han pedido al Intendente que les adivine el futuro. Según se comenta, los funcionarios municipales ya han adquirido a tal efecto una baraja de tarot en la conocida casa de productos esotéricos 'El Caburé', ubicada a pocos metros de la Casa Pyme.
No se sabe, sin embargo, si el Intendente estará dispuesto a ejercer esta función, toda vez que el futuro cercano (esto es, 2015) todavía es una incógnita para muchos.
Lo que sí ha querido desmentir la Municipalidad es que el Intendente se encargue personalmente de la castración de mascotas, ya que para ello hay que esperar que Zoonosis conceda el correspondiente turno.
Por esta razón han pedido que no se interprete la presencia de ese enorme perro negro que aparece junto al escritorio del Intendente como una señal de que el futuro Gobernador de Salta -entre sus múltiples acciones directas en favor de los vecinos- también se encarga de bendecir, vacunar y castrar a estas criaturas.