Gustavo Sáenz da un paso al frente y denuncia el intento de perpetuación de la generación ‘budget’

  • El Intendente Municipal de la ciudad de Salta y candidato a Gobernador de la Provincia, Gustavo Sáenz, ha efectuado recientemente unas muy interesantes declaraciones en las que avisa que Salta se asoma a un fin de ciclo y que, a pesar de la evidencia, ‘hay muchos que no se quieren ir’.
  • Arrimados al poder

Por supuesto, Gustavo Sáenz no los ha identificado con nombre y apellido, pero no era necesario que lo hiciera, puesto que casi todo el mundo sabe que se trata de un grupo bastante numeroso de hombres y mujeres que, por afinidad con los gobernantes de turno, desde hace unos 20 años vive a costillas del Estado sin dedicar al crecimiento, mejora y transformación de Salta ni el más mínimo esfuerzo.


Aunque el resultado de las primarias tiene un valor relativo, los números autorizan a Sáenz a denunciar públicamente esta situación. Si él resulta elegido como próximo Gobernador de Salta, tiene todo el derecho del mundo a decidir quiénes van a formar parte de su gobierno y quiénes no.

Sáenz ha denunciado, con una energía pocas veces vista, que muchas de estas personas «se arrimaron» a su formación política para poder seguir medrando gracias a los puestos que ocupan en la Administración y que aspiran a seguir ocupando. Algunos lo han hecho después de haber participado en intentos inmorales de recortar las competencias municipales de Salta a través de ese engendro administrativo que se llamó el «área metropolitana». Todo indica que el candidato a Gobernador dispone de herramientas y de criterio para distinguir entre sus apoyos genuinos y el de los «arrimados» y oportunistas, y que va a tomar medidas concretas.

Además, si Sáenz promete renovar las prácticas políticas y modernizar la Administración, todo confluye en que sus argumentos no solo son legítimos sino también irrefutables.

El candidato ganador de las pasadas primarias provinciales llega a esta instancia envuelto en una maraña de compromisos que ahora deberá cumplir. Podrá satisfacer a unos y desencantar a otros, pero por lo menos ahora que su objetivo parece más cerca, Sáenz transmite la tranquilidad de que no desea convertirse en rehén de la «budget generation», cuyo relevo inmediato es una de las condiciones sine qua non para la mejor gobernanza de Salta.