El apoyo de los intendentes a Yarade revela el poder amansador del dinero público en Salta

  • Sin siquiera hacer el amague de renunciar al alto cargo que ocupa en el gobierno, el Jefe del Gabinete de Ministros de Urtubey, Fernando Yarade, ha formalizado su candidatura a Gobernador de Salta para las próximas elecciones de gobierno.
  • Abuso de poder y caza de brujas

Pero Yarade no ha hecho el anuncio rodeado de políticos de cierta envergadura ni bajo el paraguas de un partido político, sino con el apoyo de los intendentes municipales de Salta, lo que pone de relieve, sin esfuerzo alguno, que su candidatura es posible gracias al dinero público que el gobierno maneja de forma discrecional y que transfiere a los municipios, evidentemente, con criterios puramente electoralistas.


Los intendentes que osaren no apoyar la candidatura de Yarade se exponen a duras represalias financieras por parte del gobierno, que podrían poner en peligro su cargo y el propio futuro de sus pueblos.

Es sabido que la candidatura de Yarade no disfruta del apoyo popular, desde que sus principales valedores son los impopulares Juan Carlos Romero, Juan Manuel Urtubey y el banquero Jorge Brito, a quienes el actual Jefe de Gabinete y antiguo diputado nacional ha venido sirviendo «con lealtad y patriotismo» desde diferentes cargos públicos.

El apoyo de los intendentes no alcanza para borrar del mapa a quienes están por detrás de la candidatura de Yarade, moviendo los hilos. La maniobra a la que se han prestado una mayoría de intendentes apunta a blindar en un largo periodo de tiempo los privilegios del grupo del que Yarade es un alto empleado y que viene quebrando la igualdad y la cohesión de los salteños desde hace más de veinticinco años.

Pocas voces se han alzado en Salta en contra de la candidatura de Yarade y es previsible que con el paso de las semanas esas pocas voces críticas sean todavía menos, en cantidad y en calidad. El gobierno de Urtubey, como ya lo hecho en ocasiones anteriores, se empleará a fondo para ajustar los tornillos del poder y no vacilará en desatar persecuciones y caza de brujas contra los opositores.

Aun con el apoyo de los intendentes, la candidatura de Yarade no es la que ahora mismo concita la mayor cantidad de votos en las encuestas. El Jefe de Gabinete no las tiene todas consigo, y si no acierta a convencer a los peronistas de corte más clásico (tarea que se antoja bastante difícil por el propio perfil tecnocrático de Yarade y por su trayectoria marcadamente conservadora), se verá en serias dificultades para volcar a su favor una elección tan complicada como la que se va a celebrar en Salta el próximo mes de noviembre.

Pero con el control del aparato del Estado, la asignación discrecional del dinero de la publicidad oficial, el abuso de los recursos públicos para finalidades electoralistas y los aprietes silenciosos, es posible que Yarade consiga muchos más votos de los que actualmente tiene.