
El condenado se llama Mario Alejandro Domínguez y conoció a su víctima en un templo evangélico en el que colaboraba y al que la menor asistía para tomar clases.
La sentencia ha sido pronunciada por el juez señor Federico Javier Armiñana Dohorman, que integra la Sala I del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta.
La denunciante afirmó ante el juez que su agresor la violó «en más de una oportunidad y en diferentes lugares».
La primera violación ocurrió cuando la joven -entonces de 15 años de edad- regresaba a su casa y se cruzó con el «colaborador evangélico» cerca del colegio América Latina de Villa Lavalle. Según la denuncia, el hombre la siguió (no se sabe bien si por delante o por detrás), la abordó y la llevó a un terreno baldío en donde concretó su propósito, contra la voluntad de la víctima.
Otra de las violaciones ocurrió en la casa de «una tía suya». La noticia oficial no especifica si era tía de la víctima o del violador. Allí el hombre abusaba de ella y posteriormente la amenazaba.
A raíz de las amenazas, la joven decidió poner tierra de por medio. Igual que el general San Martín, la joven se marchó al Perú, «para huir del imputado» dice la información judicial.
Según esta información, la joven víctima quedó embarazada de un niño cuyo vínculo biológico con el «colaborador» Domínguez fue acreditado con un examen de ADN.