La información oficial del Poder Judicial dice que la sentencia condenatoria ha sido pronunciada por el juez señor Marcelo Rubio, miembro de la Sala Quinta del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta.
Los condenados son los ciudadanos Susana Peducasse Ávila y Ramón Alfredo Gordillo, quienes deberán purgar diferentes penas por un delito de facilitación a la prostitución. La mujer ha sido condenada en calidad de autora a la pena de cuatro años de prisión efectiva, mientras que el hombre, declarado por el partícipe secundario del mismo delito, ha sido igualmente condenado a una pena de tres años de prisión, aunque no ingresará en prisión al haber decidido el señor Rubio que su condena se ejecutará de forma condicional.
Según el Portavoz del Poder Judicial salteño, la condenada Peducasse facilitaba un inmueble de su propiedad, ubicado en la zona de la ciudad de Salta conocida como “El Bajo”, para que mujeres de diferentes edades ejercieran la prostitución. En la acusación fiscal se precisa que, a cambio de la cesión del inmueble, Peducasse se quedaba con una parte de las ganancias que obtenían sus inquilinas.
Respecto a Gordillo, la sentencia dice que su rol consistía en trasladar a las mujeres a determinados sitios para el desarrollo de la actividad.
No obstante habérsele impuesto una pena privativa de libertad de ejecución efectiva, la mujer condenada cumplirá su pena en prisión domiciliaria, ya que el señor Rubio ha tenido en cuenta de que es madre de seis hijos menores que se encuentran bajo su guarda. La decisión en tal sentido ha quedado supeditada, no obstante, a la disponibilidad de pulseras electrónicas por parte de la Unidad del Arresto Domiciliario por Monitoreo Electrónico (UADME) y a que el domicilio declarado para el cumplimiento del arresto cumpla las condiciones exigidas por la unidad de control.
Gordillo, en tanto, deberá cumplir una serie de reglas de conducta durante tres años. Entre estas reglas figuran la de fijar su domicilio e informar al tribunal sobre cualquier cambio en un plazo de 24 horas, abstenerse de consumir estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas y someterse al control del programa de inserción social y supervisión de presos y liberados.