
Ricardo Lona Albrecht deberá responder ante el tribunal por los delitos de encubrimiento y omisión de deberes de funcionario público, por los que ha sido acusado tanto por los fiscales federales como por las acusaciones particulares personadas.
El juicio se verá ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº2 de Salta, conformado en esta oportunidad por los magistrados señores Gabriela Elisa Catalano, Juan Carlos Reynaga y Gabriel Eduardo Casas. Las sesiones del juicio se celebrarán en la sala de vistas del tribunal, cuya sede se encuentra en la calle Francisco de Gurruchaga 297 de la ciudad de Salta.
Los hechos enjuiciados se remontan al 11 de marzo de 1976 fecha en la que agentes irregulares de las fuerzas de seguridad del Estado secuestraron a Miguel Ragone -ya por entonces exgobernador de Salta- cuando este se dirigía desde su casa al trabajo. En la operación resultó ultimado a balazos el comerciante Santiago Arredes y lesionada una mujer de nombre Margarita Martínez de Leal. El cuerpo de Ragone no fue hallado nunca.
Aunque el acusado Lona no fue nunca condenado, se considera que, como juez federal que fue, actuó «de forma coordinada y sistemática» con las fuerzas de seguridad del Estado en un plan de exterminio masivo de personas. Los acusadores particulares no dudan acerca de que Lona actuó dentro de un contexto previamente organizado y que prácticamente todos los crímenes cometidos durante aquella época requerían de su consentimiento.
Vale la pena recordar que Ricardo Lona fue también el juez federal con competencia electoral que decidió en primera instancia la suerte de las cruciales elecciones internas peronistas de 1983 que permitieron al entonces candidato Roberto Romero (que posteriormente sería elegido Gobernador de Salta) hacerse con el control absoluto del Partido Justicialista, después de empatar las elecciones con su contrincante de entonces. El Gobernador instalado en 1983 recompensó entonces a Lona con su confirmación en el cargo de juez federal de Salta, aun cuando en aquella época se conocía ya con bastante detalle su probable participación en el antes aludido plan de exterminio masivo.
Lona se encuentra imputado en otras dos causas por delitos de lesa humanidad y en una tercera aún no se ha definido su situación procesal. Una de las causas más graves que espera su juzgamiento es la relacionada con la denominada masacre de Palomitas, un luctuoso suceso protagonizado por miembros del Ejército y la Policía que acabó con la vida de siete personas que se encontraban detenidas sin acusación ni proceso en la cárcel de Salta, a disposición del entonces juez Lona.