
Asimismo, ordenó al hombre no acercarse al domicilio de la víctima y abstenerse de ejercer cualquier acto de violencia física o psíquica en su contra.
El magistrado le impuso además las siguientes reglas de conducta por el término de dos años: fijar y mantener domicilio, comunicando cualquier cambio a la autoridad de control; abstenerse de usar estupefacientes o abusar de bebidas alcohólicas; realizar tratamiento psicológico, previo informe que acredite su necesidad y eficacia a los efectos de tratar sus impulsos violentos y posibles adicciones.
El hecho por el cual el hombre fue condenado ocurrió el año anterior en el contexto de una discusión.