
El ciudadano acusado fue hallado culpable de un delito de homicidio culposo en accidente de tránsito.
Rearte, que afrontó el juicio en libertad, no ingresará en prisión, pero deberá someterse durante el tiempo de su condena a las reglas de conducta que le ha señalado el juez Pereyra, entre las que se cuentan la obligación de fijar residencia, de notificar cualquier cambio de domicilio al tribunal y de someterse al cuidado del Patronato de Presos y Liberados.
También pesa sobre el condenado la prohibición total de acercamiento y contacto con familiares de la víctima en los lugares que ellos frecuenten y en sus domicilios en un radio de 200 metros, como así también la de realizar actos de violencia física o psíquica en su contra y de ingresar a los domicilios donde aquellos residieren.
Rearte deberá entregar su carnet de conducir y, según expresa la sentencia de Pereyra, «procurar la culminación de los estudios secundarios». Bastaba con aconsejar que acabara sus estudios, ya que sacarse un diploma secundario en Salta no equivale a coronar la cima del Everest.
Fuente: Poder Judicial de Salta