El periodista de investigación francés Jean-Charles Chatard ha emitido anoche un comunicado de prensa, en el que desmiente las afirmaciones del abogado Nicolás Ortiz, representante procesal de las familias de las víctimas, en el fallido proceso judicial seguido en Salta para esclarecer las circunstancias del asesinato y violación de Cassandre Bouvier y Houria Moumni. Consultado sobre la posibilidad de reanudar la investigación penal, a la luz de los numerosas pruebas, indicios y pistas halladas tras la celebración del juicio, entre marzo y junio de 2014, el abogado Ortiz negó que el Código Procesal de Salta permita tal investigación y dijo, además, que la credibilidad del periodista «Chatard ha caído por los suelos».
En concreto, Ortiz defiende la improcedencia de la incorporación de pistas y denuncias anónimas, un extremo que Chatard ha desmentido de forma rotunda a través de la difusión de unos documentos policiales -unidos al expediente judicial- que demuestran que la Policía de Salta, con la anuencia del juez instructor y sin que mediara ninguna protesta por parte de Ortiz o de ningún otro abogado, no solamente dio curso a una denuncia presuntamente anónima sino que el destinatario valoró positivamente su verosimilitud, credibilidad y suficiencia para su incorporación al proceso penal.
Chatard demuestra, además, que esa denuncia anónima (una simple llamada telefónica a la Policía) sirvió en el caso de las turistas francesas para que el juez instructor adoptara una medida limitadora de derechos fundamentales, como la detención de Raúl Sarmiento, alias «el diablo».
El texto completo del comunicado de prensa de Chatard es el siguiente:
COMUNICADO DE PRENSA
Jean-Charles Chatard: «Supuesta ignorancia del abogado de las partes civiles Bouvier-Moumni, Nicolás Ortiz, es semejante a una llama, que un día acabará por apagarse».
Desde los hechos que ocurrieron el mes de julio de 2011, los abogados de Gustavo Lasi eran los únicos que defendían lo indefendible. Pero sepan que no están solos. Hoy, el que se les une en esta espiral infernal, viene del banco de las partes civiles.
Un proverbio francés dice: «hay que girar siete veces su lengua en la boca antes de hablar». Nicolás Ortiz, abogado de las familias de las víctimas, debería saber que cuando el paso de tango se baila mal, no hay que acusar que el piso es resbaladizo. Los oyentes de Cablexpress tuvieron el privilegio de juzgar la calidad de su coreografía artística por el tema de la validez o de la invalidez jurídica de la carta anónima que Jean-Michel Bouvier recibió a finales del mes de abril 2014.
Pasaje audio de Nicolás Ortiz:
Autor del libro, Francesas, autopsia de un doble asesinato, después de un año de silencio alrededor de esta denuncia anónima, tomé la responsabilidad de publicarla (no divulgando los nombres).
Una carta no es un testimonio oral sino es un elemento material como un proyectil, un rastro ADN, una banda vídeo de la que su constitución corresponde a una materia palpable: una hoja de papel y de tinta. Evidentemente, es raro que un soplón le envíe una carta anónima a su destinatario para anunciarle una buena noticia. Como toda carta anónima, hay unos verdaderos y hay unos falsos. Delante de un acto criminal de tal gravedad y sobre todo no resuelto, y delante de una demanda social enorme de todo un pueblo, la razón dicta de explotar todas las pistas que lleven a la verdad. Ni un abogado de las partes civiles, ni un fiscal, ni un juez de instrucción tuvo la voluntad de saber si se trataba de una calumnia o de la verdad. Esta actitud negativa para saber es muy extraña. Proseguir sobre esta vía, como lo hace el abogado de las partes civiles, me parece peligroso porque esto alimenta la sospecha…
Así como lo decía mi compatriota Voltaire: «un instante de felicidad vale mil años en la historia». A 19h40, el 03 de agosto de 2011, la policía y la justicia de Salta consiguieron la hazaña de hacer creer a Santa Claus, procurando que con «nada», era posible escribir una «gran historia».
Y esta «nada» fue una llamada anónima pasada al servicio de la policía antidroga de Salta (ver los documentos adjuntos del expediente de las francesas donde es fácil comprender que la llamada fue tomada en serio). Una voz escondida (¿posiblemente la de un policía?) que le permitió a la Brigada de Investigaciones dirigirse milagrosamente, al día siguiente, hacia el jardín de la felicidad para unos y el jardín «del diablo» para otros… Una voz que ayudó al juez de instrucción, Martín Pérez, a coser las primeras mallas de un perejil, Daniel Vilte. Oficialmente, después de esta llamada anónima, el 04 de agosto, el premio Pulitzer de la policia, el oficial Mamaní, autorizado por el juez Dubois de investigar por el robo de materiales agrícolas y luego encontradas, como por arte de magia, en el domicilio de Raúl Sarmiento, no un motocultor, pero sí un arma de calibre 22 enterrada a diez centímetros bajo tierra, cuyas características serían las mismas de ambos proyectiles descubiertos anteriormente, sobre la escena del crimen, sin detector de metal, a simple vista, dos días después del descubrimiento de los cuerpos.
Estimado abogado Nicolás Ortiz, usted debe reconocer públicamente que se equivoca defendiendo lo indefendible y que la hora llegó para decir al pueblo de Salta que usted busca la verdad cueste lo que cueste o que usted es partidario de ignorarla.
Le recuerdo que el más grande escándalo político-financiero de la historia judicial de Francia fue el asunto ELF, el cual comenzó con una carta anónima que recibió la jueza de instrucción, Eva Joly.
http://www.liberation.fr/evenement/1998/02/04/nouvelles-revelations-sur-l-affaire-dumas-la-juge-et-le-corbeau-en-aout-1997-une-lettre-anonyme-lanc_228860
JUSTICIA PARA CASSANDRE Y HOURIA
Jean-Charles CHATARD, autor de “Francesas, autopsia de un doble asesinato”. Contacto:Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
