Romero intercede ante Kicillof para que reciba a Urtubey

Juan Carlos Romero ha enviado una carta al Ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, en la que le pide que acepte el pedido de audiencia formulado hace ya varios días por el Gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.

El gesto tiene varias lecturas. Algunas de ellad positivas, como por ejemplo, hacer aparecer a Romero como preocupado por la crisis que atraviesa el sector del campo en Salta. Por el otro, intenta demostrar la voluntad de Romero de colaborar con el gobierno de Urtubey en un asunto que es considerado por muchos como una «cuestión de Estado».

Pero también se pueden leer entre líneas otras cosas. Por ejemplo, que Romero deja en evidencia el poco feeling entre Urtubey y Kicillof, o lo que es lo mismo, entre el gobierno de Salta y el ala más radical del kirchnerismo.

Por otro lado, Romero trata de demostrar que ni Urtubey ni su hermano Rodolfo, senador nacional por Salta, tienen influencia suficiente en el gobierno nacional para hacer que el Ministro de Economía reciba al Gobernador de forma inmediata. Es eso, o considerar que los otros legisladores nacionales por Salta -especialmente Pablo Kosiner y Cristina Fiore- son unos inútiles totales.

'Mi provincia'

Dice Romero en su carta: «La situación crítica en la que se encuentra el campo en toda la región NOA y NEA y en especial en mi provincia requiere de la participación de todos aquellos que nos encontramos comprometidos con el bienestar de las economías regionales».

Desde la oficina de Romero se ha negado extraoficialmente que la carta dirigida a Kicillof, aprovechando el clima religioso que se vive en Salta, haya intercalado un pasaje suplicatorio de la Novena del Milagro. Concretamente, el que dice: «¿Cómo ahora que con tanta ansia te busco me has de negar tu amparo, tu patrocinio y favor?»

Como se recordará, la audiencia (todavía sin concretar) con Kicillof, fue la única medida que los productores del campo en conflicto consiguieron arrancar a Urtubey, cuya postura en relación con la crisis del sector se limita a mantener el statu quo hasta que asuma el próximo gobierno de la Nación.