
Según el texto aprobado, la razón de este pedido son «todos los problemas de seguridad y narcotráfico» que afectan a la Provincia de Salta.
El concejal del Partido Obrero, Rodrigo Tolaba, ha ido incluso más allá y declarado que la descomposición del aparato policial propicia la complicidad con el narcotráfico.
Sometida a votación, hubo nueve votos a favor y otros tanto en contra, por lo que debió desempatar el presidente Ricardo Villada, que votó por la aprobación del proyecto impulsado por los concejales Rodolfo Burgos y Jorgelina Franco.
Una policía numerosa e influyente
Después de la brutal reforma del aparato policial acometida por el gobernador Urtubey, Salta tiene más de 800 policías por cada 100.000 habitantes, una cifra que cuadruplica la media de los países desarrollados. Sin embargo, los problemas de seguridad se multiplican y la criminalidad va en aumento, sin que la mayor cantidad de policías parezca capaz de resolver los problemas.No solo por su número, sino también por el constante incremento de competencias decidido por el gobierno, la Policía de Salta, bajo el mando del señor Lami, se ha convertido en una fuerza con una gran influencia social e ideológica, que opera sobre la infancia y sobre otros colectivos sociales sobre la base de consignas religiosas, con criterios de intervención propios de las fuerzas militarizadas y verticales, y sin ningún tipo de control democrático.