El gobierno de Salta enseña a cocinar a grupos vulnerables de Animaná

  • Otra manifestación de la 'articulación público-privada' de la que los salteños no conocen lo que les cuestan en dinero los servicios que prestan los agentes privados.
  • Curso de cocina a cielo abierto
Con la presencia del señor Luis Gómez Almaras, quien ejerce el cargo de Ministro de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario, el gobierno de Salta ha dado por concluido en la localidad de Animaná de un curso de «cocina general» cuyo objeto es el de mejorar la calidad nutricional de las familias en los diferentes municipios de la provincia.

Acompañado por otros funcionarios y del Intendente Municipal de la localidad, el ministro Gómez Almaras entregó certificados a «45 multiplicadores locales» que fueron los que siguieron el curso, a pie de calle.

Como casi todo lo que sucede en Salta, este tipo de cursos -de dos semanas de duración- se imparten en virtud de un convenio suscrito entre el gobierno y una fundación privada, llamada en este caso «Ideas del Norte - Academia Gourmet». La información oficial subraya que los cursos son gratuitos para los alumnos, pero no indica en ningún momento si la fundación asociada cobra por los cursos de cocina que imparte; y, en caso afirmativo, cuánto le cuesta al erario.

Un detalle llamativo de estos cursos es que se imparten a cielo abierto. En el caso de Animaná, la formación se ha concretado en la plaza del pueblo. Allí acudieron los 45 «multiplicadores», en tres turnos.

También dice la información oficial del gobierno que el taller cuenta con una cocina equipada (enseñar a cocinar en un baño no sería muy didáctico que digamos). Los alumnos son provistos de uniformes, recipientes herméticos y otros utensilios. Además, el gobierno les proporciona todos los ingredientes necesarios. Los platos elaborados durante el periodo de aprendizaje se reparten entre los vecinos del lugar.

La información oficial tampoco señala en ningún momento qué tipo de comidas se aprende a preparar en estos cursos, o si existe actualmente un programa que permita evaluar, en términos de mejora nutricional, la efectiva traslación a las prácticas culinarias cotidianas de los conocimientos adquiridos en esta actividad. Y, en términos sociales, que permita medir la reducción de la vulnerabilidad de los residentes.