
El Gobernador de la Provincia y su nueva esposa han sido los encargados de inaugurar la Unidad de Cuidados Intensivos de una clínica privada cuya dirección médica ejercía -por lo menos al momento de su inauguración, en diciembre de 2013- el que por entonces fuera suegro del mandatario.
Tomados de la mano, como viene siendo habitual en sus apariciones públicas, Juan Manuel Urtubey e Isabel Macedo han asistido a la puesta en marcha del nuevo servicio junto al exsuegro, a quien se ve en un segundo plano de las fotografías publicadas para la ocasión y al excuñado del mandatario. Cabe aclarar que la anterior esposa del señor Urtubey no asistió a la inauguración.
Más llamativo que esta coincidencia «institucional» es todavía el hecho de que en el discurso pronunciado en el lugar el mandatario haya mencionado que su madre se encuentra ingresada en la citada clínica privada.
Las demostraciones de una excelente y modernísima relación entre el Gobernador de la Provincia y su anterior familia política no pueden ser más abundantes. En este caso, el decidido apoyo gubernamental a la clínica privada (que incluye algún aporte financiero del Estado, según palabras del propio Gobernador) se une a los paseos a caballo de Urtubey y Macedo por los senderos montañosos de Metán Viejo, conocido por ser un feudo, de vieja data, de la familia de la anterior esposa del mandatario.
Ya en el plano publicitario, Urtubey destacó que la clínica en la que felizmente se repone su señora madre es un claro ejemplo del «círculo virtuoso» que él pretende estimular en nuestra Provincia. Un círculo que comienza y termina, al parecer, en el bienestar material de quienes más cerca están del mandatario en el árbol genealógico y de aquellos que parecen que han dejado de estarlo pero que siguen firme junto él, más allá de las circunstancias.
Para los demás es círculo es mucho menos virtuoso, como lo demuestra el equipamiento (bastante menos futurista) de los hospitales y centros de salud públicos de la Provincia de Salta. Lamentablemente, el Gobernador no ha explicado por qué sus parientes sí han podido prosperar mientras millones de salteños condenados al hospital público deben sufrir esperas, carencias y atención deficiente.
Hace casi un año exacto, con ocasión del pico de la epidemia de dengue el Orán, Urtubey y Macedo salieron en los diarios de medio mundo cuando al visitar el hospital local vieron un hombre tirado en el suelo de un pasillo revolcándose de dolor y pasaron al lado de él sin mirarlo y sin atinar a pedir ayuda médica para él..

