
La reunión de marras tendrá lugar en la residencia oficial de Finca Las Costas.
Fuentes próximas a algunos intendentes denominados impropiamente «opositores», señalan que el orden del día anunciado por el gobierno no se ajusta a la realidad, por cuanto la reunión tiene por objeto, en realidad, hacer un esfuerzo extraordinario para terminar de convencer a los intendentes de que recursos económicos con que contará el gobierno provincial el año no alcanzarán para que las administraciones locales puedan llevar a cabo sus planes de gobierno.
Los más críticos señalan que los recursos previstos para 2017 tendrán como prioridad las necesidades de refuerzo de la imagen nacional del Gobernador y que no bajarán a los municipios, salvo que se produzca un «milagro económico» parecido al del Japón de la segunda posguerra.
Las mismas voces denuncian que lo que persigue Urtubey, realidad, es buscar la uniformidad de los intendentes y poner en vereda a los más díscolos. «Será difícil, porque el escenario ha cambiado. El Gobernador no tiene la misma fuerza de antes», dicen los críticos.
Algunos ya van preparados para asistir a una comilona (bastante diferente al puna-chic que conocimos en septiembre pasado), en la que se prevé también una copiosa libación y un consumo desenfrenado de hojas de coca.