Urtubey parece haber recobrado, tras la fastuosa boda, su instinto asesino. Así parece demostrarlo la rápida, aunque postergada decisión, de destituir a su penúltimo ministro de Salud Pública y, ahora, la andanada de adjetivos que el mandatario ha dedicado en las últimas horas al Plan Belgrano y a su máximo responsable, el radical tucumano José Manuel Cano. Las críticas de Cano (bastante suaves, por cierto) a la relación tiempo-calidad del gobierno de Urtubey han sentado muy mal no solo al Gobernador sino también a algunos de sus más prominentes incondicionales.
Lo hizo primero el diputado nacional Pablo Kosiner, quien reclamó con vehemencia la renuncia de Cano, de una forma tan visceral que el propio afectado tuvo que recordar la complicidad del legislador salteño con Julio De Vido y con su segundo a bordo, el también tucumano José López. Para ellos, no hubo pedidos de renuncia. Al menos, por parte del acomodaticio señor Kosiner.
Ahora se ha sumado al concierto coral de descalificaciones el Ministro de Gobierno de Urtubey, señor Juan Pablo Rodríguez Messina, que no se ha vuelto a casar últimamente, pero que, contagiado de la mala baba de su jefe, ha salido directamente a insultar al dentista tucumano; a pegarle en las canillas
El sonriente ministro -presunto arquitecto de las torpezas estratégicas de Urtubey- no ha tenido empacho en compadecerse con los tucumanos, al recordar que José Manuel Cano fue candidato a Gobernador de la vecina provincia y perdió (luego de una intensa batalla judicial) a manos del efepeuvista Juan Manzur.
Por suerte para los tucumanos @JCanoOK no gobierna esa provincia. En 10 meses demostró ser un inútil importante.
— Juan Pablo Rodríguez (@soyjprodriguez) October 4, 2016
En medio de este recuerdo, Rodríguez calificó al radical «como un inútil importante», aunque sin dejar claro si la inutilidad enrrostrada se refería a su gestión del Plan Belgrano, o a su fracaso electoral en 2015. De haberse tratado de esto último, el ministro salteño se olvidó de mencionar que, mientras Tucumán ardía, Urtubey (todavía kirchnerista) acudió al Jardín de la República a aplaudir el fraude que terminó por abatir a Cano.
Según expertos en perfiles institucionales en las redes sociales, siendo grave el exabrupto de un ministro del gobierno provincial, mucho más grave y cuestionable es el retweet del insulto llevado a cabo, casi al instante, por la Secretaría de Comunicación de Salta, oficina dirigida por un hermano del ministro Rodríguez, que a menudo expresa el sentir de Urtubey y el gobierno provincial.
Ambas actitudes, poco frecuentes en las relaciones entre los gobiernos (por no decir inéditas) son expresivas de una abierta crisis de hostilidades entre Urtubey y Macri, de imprevisibles consecuencias.
Para otros analistas consultados, el insulto del ministro Rodríguez seguido de los retweets de la claque, se inscriben en una línea de comunicación claramente kirchnerista (agresiva y vacía de argumentos), que algunos se apresuraron a dar por superada con el advenimiento al poder de Cambiemos y con las formas instauradas por Mauricio Macri. «El lenguaje del ministro Rodríguez solo es comparable a algunas de las líneas más memorables de Nicolás Maduro», dicen estos analistas.