
Poco después se supo que la agenda de Urtubey en tierras neoyorquinas era bastante modesta y que no justificaba una estancia superior a los tres días en aquella ciudad.
El gobierno de Salta deberá informar ahora, porque es su obligación hacerlo, cuánto cuesta por día la estancia del Gobernador en Nueva York, y de las personas que lo acompañan en su desplazamiento.
Esta obligación, que es ineludible, existe aun en el caso de que el viaje haya sido pagado por el gobernador con sus propios recursos económicos. Y si fuera con otro tipo de recursos privados (invitaciones o donaciones) con más razón aún. Elementales razones de transparencia fuerzan al gobierno a aclarar debidamente estos extremos.
Los ciudadanos no solo deben saber cuánto y quién paga el viaje, sino de qué forma lo hace; es decir, si el viajero lleva dinero en efectivo, cheques, tarjetas de crédito u otro medio de pago, o si realiza extracciones de efectivo en cajeros automáticos del extranjero. En tal caso, será necesario que el gobierno informe quiénes son los titulares de las tarjetas bancarias, así como de las cuentas corrientes, en caso de que los pagos se efectuaran con cheques.
En el supuesto de que los pagos sean hechos por cuenta del Estado salteño, será útil saber también si a quienes reciben los pagos (hoteles, restaurantes, medios de prensa, etc.) el gobierno les exige tributar en la República Argentina o estar inscritos en un registro especial de proveedores del Estado.
Si bien los desplazamientos del Gobernador de la Provincia al extranjero no son (por suerte) frecuentes, las rendiciones de cuentas de los viáticos otorgados no son conocidas públicamente y no están sometidas al control de los ciudadanos, a través de los medios de prensa. El gobierno debe decirnos qué decreto ampara este viaje y cuál es la fecha de su publicación en el Boletín Oficial de Estado.
¿Sabemos dónde se aloja el Gobernador en Nueva York, con quiénes, y cuánto suma la factura del hospedaje? No porque sean pocas las personas interesadas en conocer esta información el gobierno provincial puede negarse a suministrarla, ya que su obligación es hacerlo sin que nadie se lo exija.
Pero así como hubo razones para ocultar el viaje anticipado de Urtubey a Nueva York, razones parecidas hay para que los salteños no lleguen a conocer nunca las cifras reales de este viaje, que muchos intuyen inútil para el futuro de Salta y para su despegue productivo.
El gobierno de Salta deberá informar sobre estos extremos en las próximas 48 horas. Y aunque siga pensando que el ocultamiento es el mejor camino para evitar a los más exigentes, deberá hacerlo pronto porque, más tarde o más temprano, los salteños conocerán la verdad acerca de este viaje y de su real utilidad.