Urtubey concede por decreto un 25% de aumento a las pensiones al mérito artístico

La jubilación provincial de artistas, conocida por su denominación legal de Reconocimiento al Mérito Artístico, se caracteriza en la Provincia de Salta por su elevado nivel de inequidad y por la fuerte contestación que su regulación provoca, entre los creadores y en el mundo de la cultura.

Por cada uno de los beneficios concedidos justamente y con respeto a las normas preexistentes, las administraciones de turno han concedido cinco que pueden considerarse, en algunos casos, subsidios al fracaso artístico, y, en otros, prestaciones de fidelización política.

Siguiendo esta línea, el Gobernador de la Provincia, Juan Manuel Urtubey, ha dispuesto mediante Decreto, aumentar la cuantía de estas pensiones en un 25%, según comunicación oficial del gobierno.

El incremento acordado, sigue la estela del que, en su día y en idénticas condiciones, fue otorgado por el mismo Gobernador a los empleados de la Administración Pública Provincial, según la misma comunicación del gobierno.

El decreto en cuestión explica que el objetivo del Gobernador con este incremento es el de mejorar la situación de quienes «con su invalorable aporte contribuyeron para que el arte y la cultura salteña trasciendan las fronteras de Salta».

La fundamentación cuestiona la esencia misma de los beneficios, por cuanto en una apreciable cantidad de casos, las obras de los titulares de estas pensiones no han trascendido las fronteras de Salta y su grado de conocimiento fuera de nuestro territorio es nulo.

Los críticos suelen decir que si lo que se busca con estas prestaciones es premiar el mérito artístico (objetivo legítimo, sin lugar a dudas), llama la atención de que en un número de casos, que son bastante conocidos, aunque escasamente debatidos públicamente, se dan dos condiciones excluyentes: no hay mérito ni hay arte.

El gobierno no ha explicado por qué las pensiones de que gozan unas personas que no prestan servicios regulares para el Estado ni están sometidos a un régimen estatutario, con jornadas, horarios y prestaciones tasadas, se deben incrementar en la misma proporción que el sueldo de los agentes que sí están sometidos a estas rigurosas condiciones. Máxime cuando a los del mérito artístico no se les exige aportes para la jubilación, al menos en la misma medida que se exige a los trabajadores en activo.

La ley que regula estas prestaciones (la 6745, de 1987) prevé en su artículo 13 que los beneficiarios podrán (esto es, con carácter potestativo) colaborar, con carácter extraordinario y a título personal, con instituciones públicas, «mediante el dictado o participación en conferencias, recitales, exposiciones, mesas redondas, clases magistrales, asesoramiento artístico, jurados, etc.; sin percibir por ello remuneración alguna, salvo los gastos de terceros, etc., según lo disponga el Ministerio de Educación de la Provincia». Es decir, nadie puede obligarlos a hacerlo, ya que, requeridos, pueden oponer cualquier excusa para negarse.

Por el contrario, el artista podrá acceder a una pensión de este tipo, sin cumplir con los requisitos de edad (55 años), origen (ser salteño), residencia (25 años en Salta, si no es salteño) y antigüedad en la disciplina (20 años), en caso de incapacidad física o psíquica.

Lo curioso de esta excepción es que tal condición (la incapacidad), en vez de ser juzgada por una junta médica o tribunal especializado en este tipo de minusvalías, es declarada por un jurado de siete miembros, integrado de la siguiente manera: un representante del Ministerio de Educación de la provincia de Salta, un representante de la Universidad Nacional de Salta, un representante de la Universidad Católica de Salta, un representante de la Cámara de Diputados, un representante de la Cámara de Senadores y dos representantes elegidos por el voto de los «postulantes» (Art. 8 de la ley).

A pesar de todo ello, para el Ministro de Cultura y Turismo del gobierno provincial, el mérito artístico, lejos de ser un privilegio, injusto en una amplia cantidad de casos, «es un compromiso que asume el Estado de agradecer, reconocer y valorar la labor de nuestros artistas. Es de destacar el impulso que ha recibido este concepto en la actual gestión de Gobierno, mediante los incrementos que se han implementado».

Por último, cabe recordar que sin aportes ni contribuciones, los beneficiarios del mérito artístico disfrutan, por decisión de Urtubey, del derecho a la asistencia sanitaria gratuita (pagada por los salteños que trabajan y aportan), ya que desde mediados de 2014 pueden acceder a la obra social del Instituto Provincial de la Salud.