
En mayo pasado, la empresa concesionaria había anunciado el abandono de la concesión a causa de la falta de actualización por parte del gobierno de las tarifas de peaje que tornaba inviable la explotación económica de la concesión.
Según manifestaciones del Gobernador, la empresa Aunor solo se dedicaba «a cortar el pasto» y a cobrar el peaje. El gobierno se ha comprometido a recolocar en la Dirección de Vialidad de la Provincia a los trabajadores que perdieron su empleo tras la rescisión contractual de Aunor. A partir de ahora, el mantenimiento de este tramo de carretera estará a cargo directamente del gobierno provincial.
Por su parte, el Ministro de Economía del gobierno provincial de Salta, Carlos Parodi, quien acompaña al Gobernador en la rueda de prensa convocada para anunciar el fin del peaje, ha dicho que el contrato con Aunor fue rescindido de mutuo acuerdo con la empresa, al considerar el gobierno que las pretensiones de la empresa eran excesivas.
Nada más conocerse la medida, algunos analistas han hecho notar su marcado carácter electoralista.
Entre los puntos débiles de la eliminación de las cabinas de peaje se cuenta la futura imposibilidad de recibir allí a los primeros turistas de la temporada, como puntualmente se venía haciendo durante los últimos nueve años, periodo en el cual el gobierno mantuvo congelada la tarifa a Aunor, acelerando su deterioro económico y empujándola al abismo.