En la mañana de hoy, día jueves 10 de diciembre, Juan Manuel Urtubey ha jurado su cargo como Gobernador de Salta ante la Asamblea Legislativa. Se trata de su tercer y último mandato. Al igual que en la ocasión anterior, el Gobernador recibió los atributos de manos de sus cuatro hijos como si del patrimonio familiar se tratara.
Por su parte, Miguel Isa asumió su cargo de Vicegobernador de Salta. En un discurso en el que no quiso hacer grandes anuncios, Urtubey manifestó que estaba allí gracias al amor de los salteños. Democracia no, mística pura.
Urtubey asumió con la convicción de que la convivencia no es una opción ni una virtud, sino una obligación que “los salteños estamos logrando” sobre una base de respeto a la voluntad popular y a las instituciones.
Durante su discurso manifestó la importancia de la jornada ya que asume un nuevo Presidente de la Nación de quien espera que respete los loros alcanzados por los anteriores gobiernos y aprovechó para "acercar posiciones" con el presidente Macri al decir que en la política no debería haber enemigos, porque “enemigo es el hambre, el atraso, la inequidad que aún persiste, la falta de oportunidades para muchos”.
El Gobernador de Salta ratificó su compromiso por los sectores más necesitados y que su gobierno trabajará para profundizar lo que se hizo bien, para corregir errores, para luchar por la felicidad y el bienestar de los ciudadanos. “Lo que hemos logrado no tiene vuelta atrás, pero queda muchísimo por delante. Una vez más acepto el desafío”..
“Hoy comienza mi tercer período como Gobernador. No asumo para hacer lo que ya hice. Asumo para hacer lo que no hice. Para enmendar lo que sea necesario. Para representar mejor a los salteños. Es el apoyo popular que he recibido lo que me impide la soberbia y el orgullo. Es el apoyo popular lo que me obliga a ser cada vez más agradecido, más humilde y más exigente conmigo mismo”.
Como no podía ser de otra manera y fiel a su costumbre de mezclar política y religión, lo público y lo privado, convocó a todos a sumarse, “sean de donde sean y vengan de donde vengan, a acompañarnos, a disentir, a criticar. Pero que todo sea con el espíritu de la construcción, de la tarea conjunta, de la mística que sólo puede generar el trabajo por el prójimo. Al hacerlo, estaremos trabajando por Salta”.
El gobernador Urtubey sabe que para sostener su tercer y desgastado mandato necesitará mucha ayuda.
“Más allá de las medidas y objetivos... continuarán siendo ejes en esta nueva gestión la educación, la salud y la generación de empleo. Sé que parecen palabras trilladas, pero no lo son. Si logramos avanzar y mejorar éstas áreas, mejora la seguridad, mejora la economía, mejora la vida de cada salteño. Trabajamos fuerte en esto desde hace tiempo”.
Para finalizar y sin abandonar el tono mesiánico expresó: “Hoy asumo una responsabilidad que no abandona nunca a quien la recibe. Hoy estoy más seguro que nunca de mis convicciones, de mi pertenencia, del camino tomado. Hoy estoy más convencido que nunca de que todo lo que hagamos será poco, aunque sea mucho. De que cada logro nos muestra lo que no hemos logrado. De que no podemos ser felices si no luchamos por la felicidad de quienes amamos y de que, tanto ustedes como yo, no dejaremos nunca de luchar por este pueblo que amamos”.