Roger Federer lo ha hecho otra vez. En un partido que Del Potro dominó por momentos ampliamente (especialmente en el segundo set), el suizo ha conseguido imponerse y llevarse a casa su octavo título del torneo indoor de Basilea, frente a su público.
El partido comenzó con un break por cada lado y una estrecha definición en tie break (7-5 a favor del argentino).
En el segundo parcial, el argentino dominó con sus golpes profundos y planos desde el fondo de la pista, superando a Federer en casi todos los intercambios largos, a diferencia de lo que había sucedido en el primer parcial, cuando el suizo superó varias veces a Del Potro con certeros passing shots.
A pesar de este dominio, el argentino cedió su saque con empate a 4, y Federer solo tuvo que cerrar el set con su servicio.
El tercer set marcó un claro descenso en el nivel del argentino, lo que permitió a Federer dominar el juego y mandar en el marcador.
No obstante el resultado, el tenista suizo se vio superado durante largos pasajes por Del Potro y cometió numerosos errores no forzados, entre los que sobresalen las tres dobles faltas en un juego que -paradójicamente- terminó ganando.
Era la décimotercera final de Federer en el torneo de su ciudad natal y su octavo título. Del Potro se había adjudicado este torneo dos veces.
La caída del Potro en la final le reportará 300 puntos en el ranking, que le servirán no solo para acercarse a los diez primeros sino también para aspirar a una plaza en el torneo de Londres, que reúne a los ocho mejores tenistas del año.
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