Elecciones en Juventud Antoniana: el orgullo que produce la miseria

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De las elecciones celebradas en el Centro Juventud Antoniana destaca en primer lugar la ausencia de voto electrónico. Al parecer, el Gobernador de la Provincia -gerente oculto de márketing de las famosas maquinillas e hincha confeso del Santo- no se decidió a prestar su valioso sistema para que el club de sus amores eligiera, por pantalla táctil, a sus nuevas autoridades.

Pero si juzgamos las elecciones antonianas por la foto que aparece más arriba y que fue compartida en las redes sociales por la emisora FM Aries, veremos que la miseria se ha apoderado del otrora orgulloso club de la banda azul.

Fijémonos en esas paredes, todas desconchadas, mal rematadas y pintadas con colorinches. Eso, para no mencionar el suelo, que parece haber emergido después de un bombardeo de las fuerzas del general Ratko Mladic.

Quedará para el recuerdo este retrato de los socios, panzones, mechudos, con la camisa afuera. Para dar la impresión de un «club popular» no hacía falta semejante alarde de vulgaridad.

Por último, cabe interrogarse a dónde fueron a parar los manteles de Salta. Por algún motivo aún desconocido los salteños, cada vez que necesitan vestir una mesa, en vez de un mantel -como haría todo el mundo- utilizan un poncho o un cubrecamas. Nuestras mejores costumbres se encuentran en franca decadencia.

Quizá por ello, el club al que dedicó buena parte de su misión seráfica el recordado sacerdote Onorato (sin hache) Pistoia, hoy es presidido por el señor Muratore, digno representante del deporte subsahariano de Salta.