La Selección Argentina vuelve a perder la Copa América ante Chile

La Selección Argentina de fútbol ha empatado a cero el partido final de la Copa América del Centenario, pero ha vuelto a caer en la definición por penales ante el seleccionado de Chile, que entrena el argentino Juan Antonio Pizzi.

El partido se ha disputado esta noche en el estadio Metlife de New Jersey, ante más de 80.000 espectadores.

El equipo dirigido por Martino y capitaneado por Lionel Messi suma una nueva decepción, al perder la tercera final consecutiva en solo dos años.

Los noventa minutos reglamentarios finalizaron empatados a cero, con un trámite equilibrado en el primer tiempo y dominio del equipo trasandino en el segundo. Ambos equipos disputaron la mayor parte del partido con diez jugadores, por las expulsiones de Díaz en Chile, por doble amarilla, y Rojo en Argentina, por expulsión directa.

El equipo nacional no consiguió hilvanar su juego habitual aunque en muy pocas ocasiones fue superado por Chile, que solo en una ocasión consiguió inquietar al arquero Romero. La Argentina, en cambio, dispuso de una ocasión inmejorable en las botas de Gonzalo Higuaín, que aprovechó una mala cesión en la defensa de Chile para quedar solo frente al arquero Bravo. Su disparo, forzado, salió a centímetros del palo derecho del arquero.

Lionel Messi no tuvo su noche. Aunque su velocidad puso en apuros a la defensa de Chile en más de una ocasión, recibió una cantidad de faltas que minaron notablemente su rendimiento. El delantero rosarino no encontró buen acompañamiento en Di María y las únicas jugadas elaboradas en las que participó fueron con la ayuda de Ever Banega.

La inesperada baja de Marcos Rojo obligó a Martino a desplazar a Mascherano al centro de la defensa y a Ramiro Funes Mori a la banda izquierda. Argentina perdió presencia en el medio campo, en donde el despliegue de Lucas Biglia fue insuficiente para contrarrestar el juego de los mediocampistas chilenos.

En la segunda mitad, Di María -de muy opaca producción- dejó su lugar al tucumano Matías Kranevitter, con lo que la Argentina ganó en circulación en el medio campo, aunque sin mucha efectividad, ya que Chile se hizo con el control de la pelota y del campo. El equipo de Martino dio la sensación de cansancio primero y de estar esperando la prórroga después.

El Kun Agüero reemplazó a Higuaín y ya en la prórroga Erik Lamela sustituyó a un agotado Ever Banega.

En el balance global, Chile no fue superior a la Argentina. Excepto un remate cruzado de Vargas, sus delanteros no dispararon al arco en todo el partido. La estrella trasandina, Arturo Vidal, se apagó con el correr de los minutos, evidenciando un preocupante declive físico. Otro tanto ocurrió con Alexis Sánchez, peligroso en sus arrancadas pero incapaz de finalizar una jugada.

Los 30 minutos de prórroga no trajeron novedades, excepto un cabezazo del Kun Agüero que el arquero Bravo tuvo que despejar sobre el larguero en agónica jugada. Messi dispuso de un tiro libre desde una posición favorable, pero su disparo fue repelido por la barrera.

Por momentos se vio a Chile mejor plantada en el césped, con transiciones rápidas y apertura a las bandas, pero sin apenas crear peligro para la valla de Romero. La Argentina pagó caro el cansancio de sus centrocampistas, especialmente Lucas Biglia y Ever Banega. Otamendi y Mascherano jugaron a un alto nivel, más destacado del que tuvieron Mercado y Funes Mori.

A la hora de los penales, la Argentina arrancó con ventaja debido a que el disparo de Arturo Vidal fue parado por Romero. A continuación, Lionel Messi falló su penal al enviar la pelota por encima del larguero de Claudio Bravo. Más tarde convirtieron Mascherano y el Kun Agüero, hasta que llegó el fallo de Lucas Biglia (su disparo fue atajado por Bravo) y la posterior conversión de Silva, que supuso el título para Chile.