Histórico acuerdo nuclear entre Irán y las seis grandes potencias

El presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, ha calificado de «histórico» el acuerdo preliminar alcanzado hoy en Lausana entre Irán y las seis grandes potencias sobre el programa nuclear iraní.

En virtud de este acuerdo, Teherán limitará su capacidad nuclear a cambio de que sean levantadas las sanciones económicas que han provocado su aislamiento internacional.

Al filo del vencimiento del plazo y tras unas negociaciones que duraron 15 meses, Irán y las seis grandes potencias (EE.UU, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania) han sentado las bases para alcanzar un acuerdo final en julio próximo.

Irán -que niega estar desarrollando una bomba nuclear- reducirá en más de dos tercios sus centrifugadoras que producen el uranio enriquecido que podría emplearse para la construcción de una bomba nuclear, desmantelará un reactor que podría producir plutonio y aceptará una mayor verificación internacional a su programa.

Según el acuerdo firmado esta tarde, si el país cumple dichos compromisos, las sanciones se levantarán. Las impuestas por EE.UU y la Unión Europea se suspenderán una vez el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) compruebe que Irán ha adoptado todas las medidas a que se ha comprometido.

Obama ha ficho que el acuerdo es «la mejor solución, la más integral y a largo plazo». Subrayó que el mundo «estará más seguro» tras la firma del acuerdo definitivo.

Según diversas fuentes, las principales discrepancias entre los negociadores se han centrado en el calendario de levantamiento de las sanciones a Irán y la posibilidad de que el país mantenga su investigación nuclear.

Reacción de Europa, Israel y los países árabes

«Se ha dado un paso importante», dijo poco antes en Lausana la Alta representante de Exterior de la UE, Federica Mogherini, en una declaración a la prensa junto al ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif. «Las instalaciones nucleares iraníes serán de uso no militar y un grupo internacional conjunto ayudará a modernizar los reactores», afirmó.

El documento final del pacto, leído por la propia Mogherini y Zarif, y cuyos detalles técnicos y legales se negociarán hasta el 30 de junio, prevé que la planta de enriquecimiento de Natanz sea la única en Irán y que la instalación subterránea de Fordo se reconvierta en un centro científico civil. El acuerdo marco incide en los «controles estrictos» a los que se someterán todas las instalaciones nucleares iraníes durante los próximos 25 años por parte de la OIEA.

El máximo responsable de la diplomacia iraní consideró, por su parte, que el acuerdo permitirá que su país se rehabilite en la comunidad internacional. «Estábamos en una situación en la que nadie se fiaba de nadie; ahora todo el mundo gana. A partir de este momento podemos avanzar y resolver los problemas», dijo Zarif. Los ministros de Exteriores de Francia —Laurent Fabius—, Reino Unido —Philip Hammond— y Alemania —Frank-Walter Steinmeier— también se congratularon por el acuerdo.

Por otro lado, Israel y varios países árabes recelan del compromiso iraní en el acuerdo, que podría alterar los equilibrios geopolíticos en Oriente Próximo. En un intento de limar asperezas, Obama explicó que habló por teléfono con el rey de Arabia Saudí y que lo hará en las próximas horas con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. También se pondrá en contacto con los líderes del Congreso, de mayoría republicana, que han tratado de hacer descarrilar las negociaciones.