
Las sentencias sobre las acusaciones mutuas, de carácter irrevocable, fueron leídas por el presidente del alto tribunal de la ONU, Peter Tomka.
En primer lugar, señaló que Serbia no cometió genocidio en Croacia durante la guerra balcánica, lo mismo que dijo poco después respecto a los croatas durante la Operación Tormenta que Zagreb desplegó en el verano de 1995, en la que las víctimas fueron serbios y serbocroatas que se hallaban en su territorio.
En su dictamen la CIJ no niega que no se pudieran dar casos de "limpieza étnica" o que se cometieran matanzas, y asume que "hubo masacres y que la situación fue terrible".
La Corte señaló que no puede acusar de "genocidio" a ninguna de las dos partes ya que no encontró en los argumentos y pruebas presentadas por Croacia y Serbia, evidencias suficientes para demostrar un intento claro de genocidio.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en href="http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=31562#.VNENzNKG-Uw"