
El 24 de abril del pasado año celebramos en la ONU, por primera vez, el Día Internacional de Multilateralismo y Diplomacia para la Paz, y la Asamblea General convocó una reunión plenaria de alto nivel para conmemorar y promover este día.
Para fomentar y apoyar los tres pilares fundamentales de la ONU: el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad y los derechos humanos, debemos defender y preservar los valores del multilateralismo y la cooperación internacional, que son la base de la Carta de las Naciones Unidas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Las normas internacionales y el sistema basado en reglas que han guiado a las naciones a lo largo de las siete décadas de existencia de la Organización deben prevalecer para poder enfrentarnos a los crecientes desafíos del proteccionismo y el aislamiento. Además, temas mundiales como el cambio climático, las tensiones geopolíticas, las crisis humanitarias y migratorias son cuestiones transversales, que, por tanto, involucran a las naciones, sus valores e intereses, y requieren atención y acción colectiva; así como los avances tecnológicos que también tiene un impacto en el panorama político y socioeconómico y las relaciones entre los estados.
Por todo ello, el 12 de diciembre de 2018, la Asamblea General aprobró, en su resolución A/RES/73/127, observar este Día el 24 de abril.
Como se señala en la resolución, este Día sirve para promover los valores de la Carta de las Naciones Unidas y sus principios de resolución de disputas entre países a través de medios pacíficos. Asimismo, nos permite reafirmar la importancia y pertinencia del multilateralismo y el derecho internacional y promover el objetivo común de lograr una paz duradera y sostenida mediante la diplomacia.
Antecedentes
Las Naciones Unidas nacieron oficialmente el 24 de octubre de 1945, tras de la devastación de la Segunda Guerra Mundial, con una misión principial: el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. La Carta de las Naciones Unidas, documento fundacional de la Organización, establece que uno de los propósitos y principios de las Naciones Unidas es el compromiso de resolver las controversias por medios pacíficos y la determinación de que las generaciones venideras salgan del flagelo de la guerra.Con el objetivo de mantener la paz y la seguridad internacionales, la Organización intenta prevenir los conflictos y poner de acuerdo a las partes implicadas. Lograr la paz exige crear no solo las condiciones propicias para que esta anide, sino para que se mantenga. El Consejo de Seguridad es el máximo responsable de la paz y la seguridad internacionales. La Asamblea General y el Secretario General, junto con otras oficinas y órganos de la ONU, también desarrollan un papel importante en esta tarea.
A pesar de todo, la prevención de conflictos sigue siendo un aspecto poco visible públicamente como parte de la labor de las Naciones Unidas. Los medios de comunicación tienden a cubrir las crisis después de que se vuelven violentas, cuando las escenas dramáticas tienen más probabilidades de captar la atención de la audiencia. El Consejo de Seguridad, en calidad de órgano de las Naciones Unidas al que corresponde la responsabilidad primordial de la paz y la seguridad, desempeña un papel esencial en el apoyo a las medidas preventivas y se ha centrado históricamente en la gestión de crisis inmediatas y conflictos a gran escala. Es difícil medir el impacto de la ONU en evitar el brote, la escalada, la prolongación y la recurrencia del conflicto violento y esta dificultad se incrementa con el desafío de demostrar que una acción determinada hizo que no se produjera el conflicto.
La coyuntura mundial actual demuestra inequívocamente que los países no pueden gestionar los riesgos por sí solos. Solo podemos tener éxito si trabajamos al unísono. El multilateralismo no es, por tanto, opcional. Es el vehículo más eficaz, ya sea regional o global, para lograr los objetivos de paz, desarrollo sostenible inclusivo y derechos humanos para todos.
El papel de la diplomacia debe ser el de aliviar las tensiones antes de que desemboquen en conflicto, o, si el conflicto estalla, actuar rápidamente para contenerlo y resolver sus causas subyacentes. Por este motivo, la diplomacia preventiva es fundamental para respaldar los esfuerzos de las Naciones Unidas en ayudar a solucionar las controversias.
Es por todo ello que este compromiso con el multilateralismo y la paz y la seguridad internacionales fue reafirmado tanto por la mayoría de los líderes mundiales en el Debate General de septiembre de 2018, como en la posterior discusión durante el Diálogo de Alto Nivel sobre la Renovación del Compromiso con el Multilateralismo el 31 de octubre de 2018.
El 12 de diciembre de 2018, la Asamblea General aprobó (resolución A/73/L.48) observar el Día Internacional del Multilateralismo y Diplomacia para la Paz el 24 de abril, en una votación registrada de 144 votos a favor y dos en contra. La Asamblea General invita a todos los Estados Miembros, observadores y organizaciones de las Naciones Unidas a difundir las ventajas del multilateralismo y la diplomacia para la paz, entre otras maneras, a través de actividades educativas y de sensibilización pública.
Mensaje del Secretario General
La pandemia de COVID-19 es un trágico recordatorio de lo profundamente conectados que estamos. El virus no conoce fronteras y representa el desafío global por antonomasia. Para combatirlo debemos trabajar codo con codo como la familia humana que somos.Debemos hacer todo lo posible para salvar vidas y mitigar la devastación económica y social. Es crucial que de esta experiencia saquemos las conclusiones adecuadas sobre las vulnerabilidades y desigualdades que el virus ha puesto al descubierto, y que invirtamos en educación, sistemas de salud, protección social y capacidad de recuperación.
Nos encontramos ante el mayor desafío internacional desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, incluso antes de esta prueba, el mundo se enfrentaba a otros grandes peligros transnacionales, principalmente el cambio climático.
Pero el multilateralismo no es solo una cuestión de afrontar amenazas compartidas; implica aprovechar las oportunidades comunes. Ahora tenemos la oportunidad de que la reconstrucción sea mejor que en el pasado, para que las economías y las sociedades sean inclusivas y sostenibles.
No basta con proclamar las virtudes del multilateralismo; debemos seguir demostrando su valor añadido. La cooperación internacional debe adaptarse al correr de los tiempos.
Necesitamos un multilateralismo en red, en el que se refuerce la coordinación entre todas las organizaciones multilaterales mundiales y en el que las organizaciones regionales sean capaces de hacer su contribución esencial; y un multilateralismo inclusivo, basado en una intensa interacción con la sociedad civil, las empresas, las autoridades locales y regionales y otras partes interesadas; un multilateralismo en el que la voz de la juventud será decisiva para configurar nuestro futuro.
En este momento clave para la cooperación internacional, y en este año del 75º aniversario de las Naciones Unidas, aunemos nuestros esfuerzos por hacer realidad el ideal de los fundadores de un futuro saludable, equitativo, pacífico y más sostenible para todos.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en https://www.un.org/es/observances/Multilateralism-for-Peace-day