
Más de 150 países aprobaron durante la conferencia intergubernamental de la ONU, en Marrakech, el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de Naciones Unidas (ONU).
La aprobación del discutido pacto se produjo por aclamación durante la sesión plenaria presidida por el secretario general de la ONU, António Guterres; la presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, y Naser Burita, el ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, el país anfitrión de la conferencia.
En su intervención, Guterres lanzó un mensaje a los países que se negaron a firmar el pacto, expresaron reservas sobre el texto o pidieron más tiempo, a los que insistió que 'no es un tratado' y 'no es jurídicamente vinculante', buscando dejar abierta la puerta para adherentes futuros.
El texto, reproducido parcialmente por la agencia de noticias EFE garantiza 'el derecho soberano de los Estados a determinar su política de migración y su prerrogativa para gobernar la migración dentro de su jurisdicción, en conformidad con el derecho internacional', dijo el secretario general.
Guterres lamentó asimismo la existencia de 'falsedades' sobre el documento y el fenómeno migratorio en general.
La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, reiteró que el documento es un instrumento flexible que se adapta a las necesidad nacionales de los Estados.
'Es un momento histórico porque damos un rostro humano a la emigración', dijo, antes de subrayar que los Estados 'por poderosos que sean, no pueden afrontar el reto migratorio solos'.
Quince jefes de Estado, ocho primeros ministros y numerosos cancilleres y responsables tomaron parte en este encuentro que durará dos días.