
François Hollande, en una entrevista de una hora concedida a la cadena BFM TV, agregó que es necesario "acelerar aún más las reformas. Debemos ir más rápido porque para los franceses es indispensable, quieren resultados", señaló.
"Claro que me arrepiento de cosas. Podría haber ido más rápido, haber alertado más sobre la situación, haber reaccionado con más firmeza en asuntos como la ley sobre el matrimonio homosexual, que tardaron demasiado tiempo en cerrarse. Pero no soy persona de arrepentimientos, soy un presidente que esta preparado para reaccionar", alegó el mandatario galo.
Respondiendo al motivo que lo impulsó a reemplazar al ex premier Jean-Marc Ayrault por Manuel Valls, tras la derrota del Partido Socialista en las elecciones municipales de marzo, Hollande explicó que "cuando los franceses dicen que quieren que se vaya más rápido y fuerte, yo lo tengo en cuenta".
Cuando Sophie, una oyente radial, le dijo que si gestionara su empresa como el presidente hace con el país "iría a la quiebra", el jefe de Estado le respondió: "Francia rozó la quiebra", consignó la agencia de noticias Ansa.
También dijo que no tiene "nada que perder" pero que Francia "debe ganar" saliendo de la crisis, y la prueba de si lo hizo o no será la baja de la desocupación.
"Estoy en una batalla, no es mi elección o mi reelección lo que me preocupa, es el futuro de Francia", remarcó.
La aprobación ciudadana del mandatario, según un sondeo difundido hoy por el instituto demoscópico Ifop, alcanzó este mes el nivel más bajo desde su elección, situándose en el 21%, pero el Presidente se dijo dispuesto a seguir batiéndose "cada minuto" en favor "del éxito de Francia".
El mandatario francés también respondió sobre las cuestiones de su vida privada, referidas a la ruptura con su ex pareja Valerie Trierweiler y su relación con la actriz Julie Gayet, afirmando que evitó "toda forma de vulgaridad o trivialidad" cuando tomó estado público su situación amorosa.