
El ataque terrorista ha tenido lugar a las 22.30 (hora local), en torno a una hora y media después de finalizado el encuentro que enfrentaba al Besiktas con el Bursaspor, cuando un coche bomba ha estallado en las inmediaciones del estadio, que se encuentra en pleno centro de la ciudad, y un hombre se ha inmolado frente a un grupo de policías en el parque cercano Maçka.
Según los primeros indicios, el objetivo podrían haber sido los agentes encargados de la seguridad del estadio, puesto que las autoridades han confirmado que al menos 27 de los fallecidos eran policías y dos, civiles.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha emitido un comunicado calificando el ataque como «acto terrorista contra nuestras fuerzas de seguridad y los ciudadanos». No se ha confirmado quién está detrás de las dos explosiones, pero el ministro del Interior de Turquía, Soliman Soylu, ha anunciado que ya han sido detenidas 10 personas.
Soylu, afirmó en un primer momento que el ataque se efectuó “con dos vehículos bomba”. Uno de ellos explotó cerca de la puerta “a través de la que habían salido los seguidores del Bursaspor” pero una vez estos ya se habían alejado del estadio, y el otro en la carretera que desciende desde el cercano parque de Maçka al estadio. Este último se ha confirmado más tarde que fue un atentado suicida.
Aunque ningún grupo ha reivindicado el ataque, varios grupos armados han perpetrado atentados similares en Turquía durante el último año. El Estado Islámico (ISIS) ha llevado a cabo tres ataques suicidas en concurridas zonas de la capital económica de Turquía. También los grupos armados kurdos Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK) han cometido importantes atentados en el centro de las grandes ciudades turcas desde la ruptura de las negociaciones de paz el año pasado.
Fuente: El País