El Edelman Trust Barometer de 2020 advierte que la confianza en el capitalismo retrocede en Occidente

  • Edelman es la más grande compañía especializada en relaciones públicas y consultoría de marketing en los Estados Unidos. Fundada en 1952, desde hace 20 años su división Edelman Intelligence elabora el ‘Trust Barometer’ (barómetro de la confianza), una encuesta anual que estudia la confianza y la credibilidad en los mercados. El estudio está basado en el comportamiento de las que Edelman considera las principales instituciones sociales: el gobierno, las empresas, las ONGs y los medios de comunicación.
  • Temor por el futuro

Hace un par de días se ha publicado el Edelman Trust Barometer del año 2020 que, sorprendentemente, revela que aunque la economía global se mantiene fuerte y roza el pleno empleo, ninguna de las cuatro instituciones sociales principales es confiable.


Según las conclusiones del estudio, la causa de esta paradoja se puede encontrar en los temores de las personas sobre el futuro y su papel en él, lo que constituye, a juicio de la consultora, un llamado de atención para que nuestras instituciones busquen y adopten nuevas formas de generar confianza de manera efectiva, equilibrando la competencia (en el sentido de idoneidad) con el comportamiento ético.

El informe advierte que desde que Edelman comenzó su encuesta hace 20 años, la confianza ha venido siendo estimulada por el crecimiento económico. Este fenómeno persiste en Asia y Oriente Próximo, pero no en los mercados desarrollados de Occidente, en donde la desigualdad de ingresos constituye ahora el factor más importante.

La mayoría de los encuestados en todos los mercados desarrollados occidentales no creen que estarán mejor en los próximos cinco años, y más de la mitad de los encuestados en todo el mundo piensa que el capitalismo en su forma actual está provocando más daños que beneficios en todo el mundo.

El resultado, según Edelman, es un mundo de dos realidades de confianza diferentes. Por un lado, el público informado (más rico, más educado y consumidor frecuente de noticias) sigue confiando mucho más en todas las instituciones que lo que lo hace la gran masa de la población. En la mayoría de los mercados, menos de la mitad de la población en masa confía en que sus instituciones estén haciendo lo correcto. La nueva encuesta revela un récord de ocho mercados que simultáneamente muestran una brecha entre las dos audiencias, lo que confirma, a juicio de Edelman, una alarmante desigualdad de confianza.

Según el estudio, la desconfianza está siendo impulsada por una creciente sensación de inequidad e injusticia en el sistema. La percepción es que las instituciones sirven cada vez más a los intereses de unos pocos sobre el interés de todos. El gobierno, más que cualquier otra institución, es percibido como el menos justo: El 57 por ciento de la población general dice que el gobierno sirve a los intereses de unos pocos, mientras que solo el 30 por ciento cree que el gobierno sirve a los intereses de todos.

En un contexto de creciente cinismo en torno al capitalismo y a la equidad de nuestros sistemas económicos actuales afirma el informe Edelman que existen temores profundamente arraigados sobre el futuro. Específicamente -señala- el 83 por ciento de los trabajadores dicen que temen perder su puesto, atribuyendo este temor a la economía del concierto, a una recesión inminente, a la creciente falta de habilidades laborales, a los competidores extranjeros más baratos, a los inmigrantes dispuestos a trabajar a cambio de un salario menor, a la automatización o la externalización de trabajos que se trasladarán a otros países.

Según Edelman, estos problemas requerirán mayores niveles de cooperación entre nuestras instituciones; ninguna de ellas -dice- puede asumir estos complejos desafíos por sí sola. Sin embargo, según el informa solo un tercio de las personas creen que las empresas harían bien en asociarse con las ONGs o los gobiernos.

El informe sugiere que son las empresas las que deben tomar la iniciativa para resolver la paradoja de la confianza, porque son ellas las que tienen la mayor libertad para actuar. Un número abrumador de encuestados cree que es deber de las empresas pagar salarios dignos (83 por ciento) y proporcionar capacitación a los trabajadores cuyos trabajos están amenazados por la automatización (79 por ciento). Sin embargo, menos de un tercio de las personas confía en que las empresas efectivamente lo harán.

Las bases de la confianza: competencia y ética

Prosigue el informe diciendo que las personas de hoy otorgan su confianza en base a dos atributos distintos: competencia (en el sentido de idoneidad y capacidad para cumplir las promesas) y comportamiento ético (hacer lo correcto y trabajar para mejorar la sociedad).

El Trust Barometer de este año revela que ninguna de las cuatro instituciones es considerada por los encuestados como competente y ética.

Las empresas ocupan el lugar más alto en competencia, manteniendo una ventaja masiva de 54 puntos sobre el gobierno como una institución que es buena en lo que hace (64 por ciento frente a 10 por ciento). Las ONG lideran el comportamiento ético sobre el gobierno (una brecha de 31 puntos) y las empresas (una brecha de 25 puntos). El gobierno y los medios son percibidos como incompetentes y poco éticos.

La confianza está indudablemente vinculada a hacer lo correcto; es decir, está ligada a la ética de las organizaciones. Dice el Trust Barometer que después de rastrear 40 compañías globales durante el año pasado a través de su marco de administración de confianza, ha llegado a la conclusión de que los impulsores éticos como la integridad, la confiabilidad y la determinación manejan el 76 por ciento del capital fiduciario de los negocios, mientras que la competencia representa solo el 24 por ciento.

En la encuesta de 2020 se ha pedido a los entrevistados que digan qué tan bien lo está haciendo cada institución en una larga lista de problemas que desafían a la sociedad. La nota más baja la obtienen las ONGs, las empresas y el gobierno en materia de asociación y alianzas, puesto que cada institución no es percibida como un buen partner para las otras.

El reciclaje profesional de las personas que trabajan es percibido como un problema crítico que requiere alianzas entre el gobierno y las empresas. Más de cuatro de diez dicen confiar en las empresas para resolver este problema, pero admiten que no van a poder resolverlo sin la ayuda del gobierno. Del Trust Barometer de 2020 se desprende que el reentrenamiento -entre otros temas importantes- constituye una oportunidad mayor para que las cuatro instituciones avancen en la sociedad y construyan confianza.