
La Confederación Sindical Internacional (CSI) organiza el 7 de octubre la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Esta es una jornada de movilizaciones en la que todos los sindicatos del mundo se unen para promover el trabajo decente. Este año se centra en reforzar el llamamiento a invertir en cuidados, algo fundamental para lograr la igualdad de género en el trabajo y en la sociedad. Contribuiría a mejorar salarios y condiciones de trabajo en el sector y aportaría un estímulo económico esencial en un momento en que la economía mundial se encuentra paralizada y las familias trabajadoras están pasando apuros.
Tal y como manifestó el Director General de la OIT, Juan Somavía, en la primera edición de de la JMTD: “desde la OIT respaldamos esta iniciativa y la manera en que la Confederación Sindical Internacional pone de relieve esta noción, que constituye la principal demanda democrática del mundo de hoy, que es el trabajo decente. Con esta jornada y otras iniciativas, está surgiendo en el mundo un movimiento por el trabajo decente, tal como existen por el medioambiente, la igualdad de género o los derechos humanos, los cuales han desempeñado un papel fundamental en la generación de conciencia y también en la acción política y la legislación”.
Invertir en el cuidado de la igualdad de género
El trabajo en el sector de la atención sigue estando significativamente infravalorado y se caracteriza por salarios y condiciones laborales deficientes. La mayoría de los trabajadores del sector asistencial son mujeres.Las mujeres realizan más de las tres cuartas partes del trabajo de cuidado no remunerado.
Esto equivale al 13% del PIB mundial, o $ 10 billones por año.
En los países industrializados, una inversión del 2% del PIB en atención trae un rendimiento positivo, entre 2.4% y 6.1%.
En seis economías emergentes, una inversión del 2% del PIB en atención crearía más de 42 millones de empleos.
“Una mayor inversión en atención es vital y urgente para todos los países, ya sea para garantizar la dignidad y la salud de las poblaciones que envejecen, o el mejor comienzo en la vida de los niños en países donde los jóvenes dominan las estadísticas de población. La baja inversión en atención, con la expectativa de que las mujeres deben asumir el costo de la atención sin pagar, es una gran barrera para aumentar la participación de la fuerza laboral de las mujeres, para abordar la brecha salarial de género y para lograr la igualdad entre mujeres y hombres en el trabajo y en la sociedad. Y con millones de personas que sufren enfermedades o accidentes causados por su trabajo, es un problema para todos los trabajadores y sus sindicatos. La inversión debe garantizar empleos decentes para los trabajadores de cuidado, con pleno respeto de sus derechos en el trabajo, y necesitan las protecciones que les brinda la organización en sindicatos”, die Sharan Burrow, Secretaria General, CSI.
El trabajo decente
El concepto de trabajo decente fue lanzado en 1999 por el Director General de la OIT y se refiere a la generación de oportunidades para que todos los hombres y mujeres accedan a un empleo en condiciones de libertad, igualdad, seguridad, y dignidad humana.El trabajo decente es esencial para el bienestar de las personas. Además de generar un ingreso, el trabajo facilita el progreso social y económico, y fortalece a las personas, a sus familias y comunidades. Pero todos estos avances dependen de que el trabajo sea trabajo decente, ya que el trabajo decente sintetiza las aspiraciones de los individuos durante su vida laboral.
Se entiende por trabajo decente, el que ofrece oportunidades para que los hombres y mujeres puedan desempeñar un trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana, en el que los derechos son protegidos y que cuenta con remuneración adecuada y protección social.