
Bien es verdad que la última encuesta del instituto oficial introduce algunas modificaciones para adecuar el índice a la realidad, después de que se detectara que durante el periodo en que el INDEC estuvo intervenido los indicadores del mercado de trabajo presentaban graves irregularidades técnicas.
No obstante, si se efectúa la misma comparación en el total de 31 aglomerados urbanos (6,6% en 2015 y 9,3 en 2016), comprobaremos que el aumento interanual del desempleo en estas regiones estadísticas ha sido de 2,7 puntos porcentuales, es decir, 0,5 menos que el aumento registrado en Salta.
Caída dramática de la tasa de actividad
Las cifras del mercado de trabajo salteño son catastróficas si se tiene en cuenta que el aumento relativo de la tasa de desempleo por encima del aumento nacional se produce en un contexto de , que midereducción significativa de la tasa de actividad el porcentaje de la población del territorio que está en el mercado de trabajo, sea como empleado o como demandante de empleo.Mientras la tasa de actividad del segundo trimestre de 2015 fue en Salta del 43,9 (la más alta del noroeste argentino, junto con la de Gran Tucumán - Tafí Viejo), en igual periodo de 2016 la tasa de actividad registrada por el INDEC fue solo del 41,9%; es decir, dos puntos porcentuales menos en solo un año.
Esto significa, en términos aproximados, que en el último año unos 26.000 salteños se han dado por vencidos en su búsqueda de un puesto de trabajo o no encuentran en el mercado incentivos suficientes.
Lo grave no sería esto, sino que, en el resto de la región, Salta ha quedado postergada, ya que si en 2015 la nuestra era la ciudad (junto a Tucumán) con mayor tasa de actividad, ahora es la antepenúltima, solo superada por La Rioja (41,7%) y Santiago del Estero - La Banda (37,6%), cuyas cifras, además, se encuentran sujetas a revisión técnica.
La cifra de 41,9% de Salta se ubica a casi 5 puntos porcentuales de la media nacional, ya que la tasa de actividad en los 31 aglomerados urbanos para el segundo trimestre de 2016 es de 46% (1,5 puntos más que la registrada en idéntico periodo de 2015).
Si el aumento del desempleo se hubiera producido en un contexto de aumento de la tasa de actividad, el impacto social de la falta de trabajo sería menor. Pero si al aumento de tasa de desempleo se suma una caída de dos puntos en la tasa de actividad, es que estamos ante la confirmación indubitada de que la economía que dirige el señor Urtubey marcha para el lado de los tomates, a pesar del enorme esfuerzo de los últimos años por maquillar las cifras del desempleo con puestos de trabajo público de baja calidad.
Si la tasa de actividad se hubiera mantenido estable entre las ondas de agosto de 2015 y agosto de 2016, la tasa de desempleo en Salta hubiera superado con holgura el 10%. Solo la caída de la tasa de actividad ha evitado que los salteños diésemos el salto a la primera plana de los diarios con una tasa de desempleo vergonzosa.
Costello, firme
Mientras el desempleo en Salta se acerca peligrosamente a los dos dígitos, el gobierno sigue empecinado en su política de parches al conflicto social y creación de puestos de trabajo marginales, de baja productividad y de escasa cualificación.En otros países, una evolución similar de los indicadores de actividad y empleo, sumado a los índices de trabajo no registrado, que en Salta han alcanzado niveles de auténtico escándalo, provocarían la caída inmediata de un gobierno o, cuando menos, la del ministro responsable de esta debacle.
En Salta, por el contrario, la ineficiencia se recompensa con generosas prebendas.