Día Meteorológico Mundial: Del conocimiento climático a la acción por el clima

La Organización Meteorológica Mundial conmemora el 23 de marzo de cada año la entrada en vigor, en 1950, del Convenio de la OMM en virtud del cual se creó la organización. Se trata de una fecha en la que se pretende destacar la importante contribución que los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales aportan a la seguridad y bienestar de la sociedad.

Para este año 2015 el tema elegido en el Día Meteorológico Mundial es "Del conocimiento climático a la acción por el clima".

Conocimiento climático

La variabilidad natural del clima aporta beneficios y riesgos para las personas, comunidades y economías. Por un lado, puede dar lugar a largos veranos templados con períodos vegetativos prolongados o inviernos níveos que traen consigo agua de deshielo que tanto se necesita en primavera. Por otro lado, se puede traducir en escasez de agua, sequías, olas de calor, crecidas, tormentas violentas y oleajes costeros que perjudican la vida humana y dañan la propiedad.

Hoy en día, el cambio climático, provocado por la actividad humana, altera la variabilidad del clima a corto plazo y estacional, lo que a su vez contribuye a un aumento de las temperaturas, modifica las características meteorológicas y eleva los niveles del mar.

Los científicos están realizando proyecciones cada vez más fiables de la futura evolución de las temperaturas y la precipitación, el aumento del nivel del mar y la acidificación del océano. Este conocimiento climático, sumado a las evaluaciones del impacto probable en determinadas regiones, comunidades y sectores socioeconómicos, es la condición indispensable de la Acción por el Clima que permitirá a las personas beneficiarse del cambio climático o atenuar los riesgos que comporta.

Hoy más que nunca, las personas, las comunidades, las instancias normativas y los gobiernos necesitan “conocimiento climático para la acción por el clima”.

Acción

El futuro que queremos. El Llamado Global para la Acción Climática abarca desde la Tercera Conferencia Internacional sobre Pequeños Estados Insulares en Desarrollo en Samoa a los cientos de miles de manifestantes que en 162 países participaron en 2 646 manifestaciones dos días antes de la Cumbre sobre el Clima de las Naciones Unidas.

En la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, que tendrá lugar en Sendai (Japón) en marzo de 2015, se adoptará un nuevo plan de acción sobre la reducción de riesgos de desastre que reemplazará al primer Marco de Acción de Hyogo. En diciembre, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se propone concertar un nuevo acuerdo universal sobre el clima. Su Fondo Verde para el Clima apoyará proyectos, programas, políticas y demás actividades en los países en desarrollo para la adopción de medidas de adaptación y atenuación frente al cambio climático.

La agenda para el desarrollo después de 2015 de las Naciones Unidas también incluirá objetivos que permitirán reducir el ritmo alarmante del cambio climático y la degradación del medio ambiente, los cuales plantean amenazas sin precedentes para la humanidad.

Mensaje del Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), en cuanto sucesora de la Organización Meteorológica Internacional, fundada en 1873, tiene como misión fundamental apoyar a los países del mundo a prestar servicios meteorológicos e hidrológicos destinados a proteger las vidas y los bienes de los desastres naturales relacionados con el tiempo, el clima y el agua, salvaguardar el medioambiente y contribuir al desarrollo sostenible. Ello no puede llevarse a cabo sin las necesarias observaciones, investigaciones y operaciones, que hagan avanzar la comprensión y los conocimientos del tiempo y el clima.

Desde 1961 el Día Meteorológico Mundial conmemora la entrada en vigor, el 23 de marzo de 1950, del Convenio por el que se estableció la Organización Meteorológica Mundial y la contribución esencial que los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales aportan a la seguridad y el bienestar de la sociedad. Cada año, las celebraciones se centran en un tema de actualidad. El tema de este año, “Del conocimiento climático a la acción por el clima”, no podía ser más oportuno pues llega en un momento en que la comunidad internacional está avanzando hacia la adopción de medidas y decisiones ambiciosas para hacer frente al cambio climático.

El cambio climático nos concierne a todos. Afecta a casi todos los sectores socioeconómicos, desde la agricultura al turismo, desde las infraestructuras hasta la salud. Tiene consecuencias para recursos estratégicos como el agua, los alimentos o la energía. Ralentiza e incluso amenaza el desarrollo sostenible y, por supuesto, no solo en los países en desarrollo. El costo de la inacción es elevado y lo será aún más si no actuamos de forma inmediata y resuelta.

La información sobre el tiempo y el clima, así como sobre su variabilidad y cambio, es algo tan cotidiano en nuestra vida – desde las predicciones meteorológicas diarias hasta las predicciones climáticas estacionales – que en ocasiones se olvida con facilidad la cantidad de observaciones, investigaciones, cálculos y análisis que subyacen tras los productos de información meteorológica y climática. Hoy en día el pronóstico a cinco días del tiempo medio tiene el mismo grado de acierto que el pronóstico a dos días de hace 25 años y las predicciones climáticas estacionales tienen un grado de acierto cada vez mayor. Ello se debe a los avances logrados en la teledetección, y en particular en los satélites para ese fin, así como a mejoras sustanciales de la ciencia y al considerable incremento de la capacidad informática. De todas las disciplinas científicas es ciertamente en la meteorología y la climatología donde en los últimos 50 años se han alcanzado algunos de los progresos más significativos.

Los conocimientos climáticos que se han venido adquiriendo en los últimos decenios constituyen un recurso inestimable y un requisito previo para la adopción de decisiones y para la acción por el clima. Las múltiples pruebas – desde el aumento de las temperaturas hasta el decrecimiento de los glaciares o desde el aumento del nivel del mar hasta los fenómenos meteorológicos extremos – nos brindan un alto grado de certeza de que el clima está cambiando y de que ello se debe en gran medida a las actividades humanas y, en particular, a las emisiones de gases de efecto invernadero que todos los años alcanzan unos niveles máximos sin precedentes.

La ciencia también nos deja claro que todavía podemos modificar esa situación y mitigar el cambio climático hasta unos niveles gestionables. En la actualidad, pocos son los que refutan las pruebas de que el cambio climático existe y las responsabilidades que nos corresponden con respecto a las generaciones futuras. El conocimiento climático puede y debe apoyar este proceso, y servir de ayuda para que las instancias decisorias a todos los niveles adopten las mejores decisiones.

El conocimiento climático debe presentarse de una manera que sea fácil de entender y de utilizar por los que lo necesitan. Los productos y servicios climáticos pueden ayudar a los urbanistas a formular políticas y elaborar planes de acción que puedan reforzar la resiliencia urbana ante los desastres naturales y promover una economía más verde. Las autoridades de salud pública utilizan predicciones climáticas con el fin de encarar de forma proactiva las posibles consecuencias para la salud de fenómenos meteorológicos extremos, tales como las sequías, las olas de calor o las crecidas. Gracias a las predicciones sobre las tendencias de las temperaturas o las precipitaciones, los agricultores pueden tomar decisiones más atinadas en cuanto a la plantación, el cultivo y la comercialización. Los gestores de recursos hídricos utilizan la información climática para optimizar el abastecimiento de agua y la gestión de crecidas. En el sector de la energía se hace uso de la información climática para decidir cuándo y qué tipo de central eléctrica se debe construir en un emplazamiento determinado.

El Marco Mundial para los Servicios Climáticos, iniciativa del sistema de las Naciones Unidas encabezada por la OMM, se concibió con un objetivo muy preciso, a saber: hacer posible la prestación de servicios climáticos de una manera que puedan adoptarse decisiones basadas en la mejor información posible. Esto supone un desafío fundamental tanto para los países en desarrollo como para los países desarrollados y los beneficios que pueden derivarse del aprendizaje mutuo son cuantiosos. Pueden compartirse las experiencias y los avances en el desarrollo y la aplicación de servicios climáticos como ejemplos de buenas prácticas y servir para que otros países puedan acelerar su adaptación al clima.

En conclusión, hago un llamamiento a los Miembros de la OMM, a todos los gobiernos y a la sociedad civil para que compartan y apliquen el conocimiento climático con objeto de adoptar una acción decidida por el clima, minimizar los riesgos climáticos y fomentar el desarrollo sostenible.

Fuente: Organización Meteorológica Mundial.