“Con este decreto, nos vamos a convertir en el basurero del mundo”, ha dicho el señor Leonel Mingo, coordinador de campañas de Greenpeace Argentina. Según la organización ambientalista, la modificación de la ley de residuos peligrosos es inconstitucional porque retrocede en la protección del ambiente, reconocida en el artículo 41 de la Constitución Nacional.
En un comunicado oficial, Greenpeace Argentina dice que la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación ha manifestado en los últimos días que sólo se permitirá la importación materiales que pueden ser reutilizados, a través de diversos procesos. Greenpeace ha rechazado las declaraciones de la Secretaría.
“Argentina, en la actualidad, tiene una pésima gestión de residuos. Sólo en la ciudad de Buenos Aires se generan más de 6 mil toneladas de residuos por día. Ahora, además, se pretende importar residuos. La mayoría de los rellenos sanitarios están colapsados, hay basurales a cielo abiertos en prácticamente todo el país. La solución no es gastar millones de dólares en traer residuos de otro país, sino implementar una eficiente gestión de residuos en torno al reciclaje”, ha precisado el señor Mingo.
A su vez, el decreto deja de avalar como requisito el “certificado de inocuidad” emitido por los países que envían los materiales. “Este certificado de inocuidad se envía al país comprador previo al envío de los residuos”, dice el coordinador de campañas de Greenpeace Argentina.
La Secretaría dice que este certificado ya no se emite. Esto se debe a que ningún país puede garantizar la inocuidad de sus residuos.
Según Greenpeace, la Argentina va a permitir el ingreso de basura que va a tener que ser tratada aquí y no podrá ser devuelta a su país de origen. En definitiva, la Argentina se convertirá en el paraíso de los residuos peligrosos que el resto del mundo quiere descartar, ha concluido el señor Mingo.