Preocupa a la Municipalidad de Salta la recidiva de microbasurales

  • La acumulación de basura en lugares no autorizados provoca un verdadero quebradero de cabeza a las autoridades municipales. Exhortan a tirar la basura donde corresponde.
  • Limpieza de la ciudad
A pesar de que las cuadrillas de obreros municipales se emplean a fondo para limpiar la ciudad y quitar de raíz los llamados «microbasurales», en muchos de los sitios ya limpios se vuelven a acumular residuos. La autoridad municipal achaca este fenómeno a personas desaprensivas.

Tras el registro de los carreros, los agentes municipales -a los que les encanta contar árboles, lechugas y baches- se han dado a la tarea de elaborar un padrón de «puntos crónicos» en los que recidivan los microbasurales.

Resultado de esta imprescindible operación de contabilidad basureril es que en Salta hay 200 microbasurales cronificados, en donde la autoridad ha colocado carteles en los que solicita a los residentes cumplir con la ordenanza ambiental.

Según la información oficial de la Municipalidad, las cuadrillas de la Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos han realizado operativos «de choque» con la colaboración de vecinos y de efectivos de la llamada Policía Comunitaria, que por el momento han abandonado su tarea de evangelización para acometer trabajos de desmalezado y limpieza de microbasurales.

Las últimas acciones -dice la Municipalidad de Salta- se llevaron a cabo en Villa Lavalle, donde se retiró un microbasural cercano a la escuela América Latina, compuesto básicamente de maleza. Es decir, alguien desmalezó pero luego microbasuralizó con la mala hierba segada el entorno escolar.

También se acondicionó la base operativa del corredor 7A y el centro vecinal de Scalabrini Ortiz, en donde se hicieron trabajos de desmalezado y limpieza de microbasural.

También en la avenida Juan B. Justo al 600 se limpió un microbasural y se retiró «sedimentos» (probablemente de una antigua civilización) acumulados en la calle. También, frente al hospital Ragone las cuadrillas retiraron un microbasural iniciado con restos de maleza que luego fueron cubiertas por basura. Es decir, un mix en el que podría desarrollarse una interesante biodiversidad.

Ante este panorama desolador, la autoridad municipal ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de los vecinos para que eviten el vertido de basuras en lugares no autorizados, ya que lo que empieza con una inocente latita de picadillo luego se convierte en un peligroso foco infeccioso, cuando no en un obstáculo para la libre circulación de personas, vehículos y carros tirados por caballos.

Subraya la Municipalidad que «no hay motivos para arrojar la basura en la vía pública», dando a entender que esta conducta incivil obedece a lo que los entendidos llaman «inexplicable malevolence».

Para eso, tenemos un servicio de recolección domiciliaria que llega a toda la ciudad -según la Municipalidad- y el vertedero San Javier cuenta con espacios especiales para almacenar y tratar restos de poda, de obra, neumáticos y residuos electrónicos.