Día Meteorológico Mundial: Entendiendo las nubes

Las nubes tienen un papel decisivo en las predicciones y los avisos meteorológicos. Contribuyen al ciclo del agua y a todo el sistema climático. Han sido fuente de inspiración de artistas, poetas, músicos, fotógrafos e infinidad de otros entusiastas a lo largo de la historia.

Entendiendo las nubes es el tema elegido para el Día Meteorológico Mundial de 2017 con el fin de resaltar la enorme importancia que revisten las nubes para el tiempo, el clima y el agua. Las nubes son fundamentales para las observaciones y predicciones del tiempo. Son una de las principales incógnitas del estudio del cambio climático: necesitamos entender mejor cómo afectan las nubes al clima y cómo afectará un clima cambiante a las nubes. Las nubes tienen un papel decisivo en el ciclo del agua y en la estructura de la distribución global de los recursos hídricos.

En otro contexto, más distendido, el Día Meteorológico Mundial de 2017 brindará la oportunidad de celebrar la belleza inherente y el atractivo estético de las nubes, que han sido fuente de inspiración de artistas, poetas, músicos, fotógrafos e infinidad de otros entusiastas a lo largo de la historia.

El Día Meteorológico Mundial marca la publicación de una nueva edición del Atlas Internacional de Nubes, que ha sido objeto de la revisión más minuciosa y ambiciosa de su larga y distinguida historia. El nuevo Atlas de la OMM es un tesoro oculto de cientos de imágenes de nubes, que incluye incluso unos pocos tipos de nubes recientemente clasificados. También incluye fotografías de otros fenómenos meteorológicos como el arcoíris, el halo, los tornados de nieve y el granizo. Por primera vez el Atlas se publica en formato digital y se podrá consultar desde las computadoras y los dispositivos móviles.

El Atlas Internacional de Nubes es la única fuente autorizada y la referencia más exhaustiva para identificar nubes. Es un instrumento de formación esencial para profesionales de la comunidad meteorológica y para quienes trabajan en la industria naviera y de la aviación y tiene una fama legendaria entre los apasionados de las nubes.

El Atlas Internacional de Nubes tiene sus raíces a finales del siglo XIX. Se revisó en diversas ocasiones durante el siglo XX, la última de ellas en 1987, cuando todavía tenía formato de libro impreso, antes de la llegada de Internet.

Los avances en la ciencia, la tecnología y la fotografía impulsaron a la OMM a emprender la ambiciosa y exhaustiva tarea de revisar y actualizar el Atlas con las imágenes aportadas por los meteorólogos, los observadores de nubes y los fotógrafos de todo el mundo.

Clasificación de las nubes

Las nubes tienen un papel decisivo en las predicciones y los avisos meteorológicos. Contribuyen al ciclo del agua y a todo el sistema climático. Han sido fuente de inspiración de artistas, poetas, músicos, fotógrafos e infinidad de otros entusiastas a lo largo de la historia.

El sistema internacional actual de clasificación de nubes en latín se remonta a 1803, cuando el meteorólogo aficionado Luc Howard escribió el ensayo The Modifications of Clouds (La modificación de las nubes).

El Atlas Internacional de Nubes reconoce actualmente diez géneros de nubes (clasificaciones básicas), que describen en qué parte del cielo se forman y su apariencia aproximada.

Las nubes altas suelen formarse por encima de los 5 000 metros; las nubes medias se suelen formar entre los 2 000 y los 7 000 metros; y las nubes bajas suelen formarse a una altura máxima de 2 000 metros.

La mayoría de los nombres de nubes contienen prefijos y sufijos latinos que, al combinarse, dan una indicación del tipo de nube. Algunos de ellos son los siguientes:

- Stratus/strato: alargado, allanado y nivelado
- Cumulus/cumulo: montón, colmo
- Cirrus/cirro: plumoso, fleco
- Nimbus/nimbo: portador de lluvia
- Alto: nivel medio (aunque altus significa alto en latín)

Los 10 géneros se subdividen en especies, que describen la forma y la estructura interna de la nube, y en variedades, que describen la transparencia y la distribución de las nubes. En total hay unas 100 combinaciones.

En el Atlas Internacional de Nubes se incluye una nueva especie, Volutus (término que en latín significa rodado), para designar las nubes enrolladas.

También propone otras nuevas especies de nubes “especiales” como Homogenitus (del latín homo que significa hombre y genitus que significa engendrado o creado). Un ejemplo es la especie Contrails (diminutivo de condensation trails, esto es, estelas de condensación), producida a veces por los gases de escape de los motores de las aeronaves.

En el Atlas figura una mención especial a Asperitas (sustantivo latín que significa aspereza), formación particular que se asemeja a la superficie rugosa del mar desde abajo y que ha inspirado al público en los últimos años. Esta nube se incluye en el Atlas como un nuevo rasgo complementario.

El nuevo Atlas Internacional de Nubes es un tributo a la generosidad del Observatorio de Hong Kong y a la dedicación y el entusiasmo de un equipo especial de la OMM que ha pasado casi tres años revisando el texto y recopilando y clasificando imágenes y datos. El Atlas mejora y enriquece nuestro conocimiento de las nubes y será un valioso recurso en los próximos años.

Mensaje del Secretario General

Hoy en día los científicos han entendido que el papel de las nubes en el equilibrio energético, el clima y las condiciones meteorológicas de la Tierra es fundamental. Contribuyen al ciclo del agua y a todo el sistema climático. Entender las nubes es esencial para predecir las condiciones meteorológicas, modelizar los impactos del futuro cambio climático y predecir la disponibilidad de recursos hídricos.

A lo largo de los siglos pocos fenómenos naturales han inspirado tanto el pensamiento científico y la reflexión artística como las nubes.

Hace más de dos milenios, Aristóteles estudió las nubes y escribió un tratado en el que hablaba de su papel en el ciclo hidrológico. Pero fue Luke Howard, un meteorólogo aficionado que vivía en Inglaterra a principios del siglo XIX, quien elaboró la primera clasificación de las nubes.

A partir de los registros meteorológicos exhaustivos que llevó a cabo en la zona de Londres entre 1801 y 1841, Howard estableció tres géneros o categorías principales de nubes: cumulus, stratus y cirrus. Identificar, describir y poner nombre a las nubes siguen siendo primordiales para el estudio del tiempo y el clima.

Hoy en día los científicos han entendido que el papel de las nubes en el equilibrio energético, el clima y las condiciones meteorológicas de la Tierra es fundamental. Contribuyen al ciclo del agua y a todo el sistema climático. Entender las nubes es esencial para predecir las condiciones meteorológicas, modelizar los impactos del futuro cambio climático y predecir la disponibilidad de recursos hídricos.

Música, arte y poesía

El simbolismo evocador de las nubes ha inspirado a numerosos artistas de todo el mundo, en particular a poetas, músicos y fotógrafos. Por poner sólo un ejemplo, el primer nocturno para orquesta de Debussy, titulado Nuages (nubes), es una de las obras maestras del impresionismo musical. Los fotógrafos están especialmente fascinados por las nubes, entre ellos los que han contribuido de manera entusiasta al calendario de 2017 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que ilustra el tema del Día Meteorológico Mundial de este año: “Entendiendo las nubes”.

Las nubes también constituyen el fundamento de los símbolos culturales y las formas de pensar. En China, las “nubes auspiciosas” representan el cielo y son sinónimo de buena suerte. En algunos idiomas la gente dice que alguien “tiene la cabeza en las nubes” para referirse a que está absorto en ideas o sueños fantásticos. En el mundo moderno ahora “la nube” se refiere a ese espacio amorfo que, en lugar de lluvia, contiene recursos de Internet y datos digitalizados.

El modo digital: un Atlas para la era de Internet

El Atlas Internacional de Nubes es la única referencia autorizada y exhaustiva para la identificación de las nubes. Su reputación entre los aficionados a las nubes es legendaria. El Atlas actual se publicó por primera vez a finales del siglo XIX. Contiene un manual detallado de normas y numerosas placas de fotografías de nubes y algunos otros fenómenos meteorológicos.

Tras la última revisión, que data de hace 30 años, se va a publicar ahora una edición íntegramente actualizada y revisada para el Día Meteorológico Mundial, el 23 de marzo de 2017.

Por primera vez, la edición de 2017 será principalmente un producto digital en línea. Encierra un tesoro de cientos de imágenes de nubes, entre ellas varias clasificaciones nuevas, tales como el volutus -una nube enrollada-, la estela, -un rastro de vapor que dejan en ocasiones los aviones-, y la asperitas -una nube undulatus-. Además, el Atlas contiene información importante sobre otros fenómenos meteorológicos como el arcoíris, los halos, los remolinos de nieve o el pedrisco.

Los avances de la ciencia, la tecnología y la fotografía llevaron a la OMM a emprender la ambiciosa e ingente tarea de revisar y actualizar el Atlas con imágenes aportadas por meteorólogos, observadores de nubes y fotógrafos.

El Atlas también constituye una herramienta de formación esencial para los profesionales que trabajan en empresas y servicios meteorológicos y en sectores como la aviación y el transporte marítimo.

Entender los fenómenos meteorológicos y climáticos para proteger la vida y la propiedad y ayudar a las comunidades a hacerse más resilientes es la misión principal de la OMM. Seguiremos ayudando a los gobiernos a suministrar los mejores servicios meteorológicos, climáticos, hidrológicos, marítimos y medioambientales posibles con vistas a proteger la vida y la propiedad y a apoyar la adopción de decisiones.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en https://public.wmo.int/es/D%C3%ADa-Meteorol%C3%B3gico-Mundial-2017