Greenpeace culpa a la deforestación de las inundaciones en Argentina, Brasil y Paraguay

A través de un comunicado fechado hoy en Buenos Aires, la organización ambientalista Greenpeace ha dicho que la significativa pérdida de cobertura boscosa es una de las causas de las inundaciones que se están produciendo en Argentina, Brasil y Paraguay, países que, según esta organización, se encuentran entre los diez con mayor deforestación en todo el mundo.

Dice también Greenpeace que la deforestación no permite la natural absorción del agua y que la crecida de los ríos limítrofes ha provocado una de las inundaciones más graves de las últimas décadas, que ha obligado evacuar a más de 170.000 personas en los tres países.

«Los bosques y selvas, además de concentrar biodiversidad considerable, juegan un papel fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos. Son nuestra esponja natural y paraguas protector. Cuando perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las intensas lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones», ha dicho Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Argentina.

Recuerda Greenpeace que, según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, desde la sanción de la Ley de Bosques (noviembre de 2007) hasta finales de 2014 se deforestaron en el país más de 2 millones de hectáreas, de las cuales 620 mil hectáreas eran bosques protegidos.

En ese mismo período, la provincia de Entre Ríos perdió más de 85.000 hectáreas de bosques nativos. La provincia de Entre Ríos es la más afectada por las crecidas, con más de 20.000 personas desplazadas de sus hogares, la mayoría en Concordia, ciudad ubicada a orillas del río Uruguay, que vive su peor inundación en 50 años, dice la ONG.

La situación actual de la selva paranaense o selva misionera, atravesada por los ríos Uruguay, Paraná e Iguazú, es realmente crítica: sólo queda un 7% de la superficie original de bosques, añade el comunicado. Mientras que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida, la mayor parte remanente se encuentra en nuestro país, donde ha ido disminuyendo desde una superficie inicial de más de 2 millones de hectáreas hasta tan solo unas 40.000 hectáreas de selvas prístinas y alrededor de 800.000 hectáreas de selvas secundarias en la actualidad.

Un reciente informe de la FAO ubica a Brasil, Paraguay y la Argentina entre los diez países que más desmontaron durante los últimos 25 años. Entre 1990 y 2015 nuestro país perdió más de 7,6 millones de hectáreas (una superficie similar a la de Escocia), a razón de 300.000 hectáreas al año, señala Greenpeace.

Finalmente recuerda que los efectos del fenómeno meteorológico El Niño son los más virulentos desde 1950 y podrían continuar hasta el primer trimestre de 2016, según la predicción de la Organización Meteorológica Mundial difundida el pasado mes de noviembre.

Fuente: Greenpeace Argentina