
El reconocimiento del vino como bebida representativa de la Argentina fue el resultado del trabajo del Fondo Vitivinícola Mendoza y de la Corporación Vitivinícola Argentina, en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y su Instituto Nacional de Vitivinicultura.
El Decreto 1800 fue la piedra fundamental para que el 3 de julio de 2013 el Congreso de la Nación lo transformara en ley.
La vitivinicultura argentina tiene más de cinco siglos de historia, integrando la tradición de los inmigrantes europeos y los saberes de los pueblos originarios, unión que dio origen a la producción de vinos más importante de América del Sur.